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SERIES MUNDIALES

Se desata la locura en la reventa para los partidos en Chicago

Las entradas para los partidos que se disputarán en Wrigley Field están superando los 3.000 dólares de media.

Wrigley Field acogerá un encuentro de Series Mundiales por primera vez desde la edición de 1945.
SCOTT OLSONAFP

Los Chicago Cubs no disputaban las Series Mundiales desde 1945, cuando Franklin Delano Roosevelt y Harry Truman compartieron el Despacho Oval en la Casa Blanca, y no habían ganado un encuentro del Clásico del otoño desde el 8 de octubre de ese mismo año, cuando se disputó el sexto encuentro de aquella final en la que terminaron doblando la rodilla frente a Detroit Tigers en siete encuentros.

No es necesario destacar que hay cierta expectativa ante un acontecimiento histórico como es el tercer encuentro de las Series Mundiales que les está enfrentando a los Cleveland Indians.

Más de 3.000 dólares es el precio medio que se están pagando en distintas páginas webs especializadas como StubHub para los encuentros que se disputarán en Wrigley Field, del tercero hasta el quinto partido.

Hay aficionados que están empleando hasta 17.950 dólares por cada una de las entradas que se encuentran más cerca de la línea de primera base para el quinto enfrentamiento. E incluso alguien ha pagado 16.000 dólares para una butaca junto al banquillo de los Cubs y otra al lado del de los Indians, para tercer y cuarto choque respectivamente.

No obstante, la locura total llega para el que podría ser el séptimo encuentro. Pensadlo bien, dos equipos que suman 176 años de sequía combinadas, se jugarían el todo por el todo en el duelo decisivo y hay una persona que ha comprado cuatro asientos justo detrás del banquillo de los Cubs para ese séptimo encuentro a razón de 24.500 dólares por cada uno, comisiones incluidas.

Para aquellos que os lo estéis preguntando, si no se llegara a disputar, se produciría un reembolso íntegro.

La fiebre por las Series Mundiales todavía no ha alcanzado su apogeo y está por ver hasta dónde llegará el entusiasmo por ver quién acaba antes con su particular sequía.