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NATACIÓN

Rafa Muñoz: "Intenté suicidarme en dos ocasiones"

En una entrevista concedida a la Cadena COPE, el nadador, recordman de los 50 metros mariposa, explicó los motivos de su temprana retirada a los 28 años.

Rafa Muñoz, en una imagen de archivo.

El nadador Rafa Muñoz se sinceró en una entrevista en la Cadena COPE el mismo día en el que anunció su retirada como nadador profesional. Muñoz, que en la actualidad ostenta el récord del mundo en los 50 metros mariposa comentó cuáles fueron sus éxitos y sus fracasos durante su trayectoria deportiva e incluso confesó que pensó en quitarse la vida.

El nadador cordobés explicó por qué decidió anunciar su retirada ahora: "He estado dandole vueltas. Un año entero sin aparecer en un medio de comunicación, en esa sombra deportiva y se puso en contacto conmigo Cristian Mestres, que me quería hacer un perfil y me dije 'mira, no lo he anunciado y lo voy a hacer ahora, y te voy a contar las cosas tal y como son'. Siempre tienes un poco de miedo sobre cómo lo va a recibir el oyente o lector, pero si no hay mal, si no se hace daño, soy sincero y muy claro y es la realidad del deporte. Seguro que hay más deportistas como yo, pero no tienen la valentía o superado para expresarse". Muñoz además argumentó que ya está algo mayor para rendir al máximo nivel. "Soy muy joven, pero para la natación era un viejete. O retirarte o morir. Llevo un año sin nadar".

Muñoz también recordó la abrumadora respuesta de los medios después de lograr el récord en los 50 mariposa, y eso le sobrepasó. "Lo recuerdo muy bien. Al día siguiente de batir el récord tengo 123 llamadas perdidas de medios de comunicación y dices '¿Cómo he logrado eso con tantas llamadas?', lograr un récord del mundo, que no es moco de pavo. Pero hay gente que sabe asimilar el éxito y yo no lo encajé. No tenía esa madurez para asimilarlo. Tenía 20 años. No tenía esa madurez para afrontar la repercusión mediática y si no te han formado o asesorado, o te han hecho ver cómo puede repercutir eso, es duro".

El nadador explicó cómo acabó asumiendo el éxito, pero que tuvo consecuencias graves. "Me lo fui tragando poco a poco. Estuve 15 días sin nadar. Mis padres vinieron a verme porque no quería competir en Roma por miedo a lo que podía hacer. Al final, mi afán de superación me hizo seguir. Si llegué hasta ahí, tenía que terminar. Te encierras tanto en el deporte, en conseguir ese objetivo, no por presión, porque se la pone uno mismo. Pero te desvives tanto por un deporte que al final te creas una burbuja y sólo te centras en eso. Yo al final caí en ese pozo depresivo".

Finalmente, la presión pudo con él y durante varios meses estuvo alejado de la natación y, a su situación, tampoco ayudó la dejadez por parte de la Federación. "No quise sacar las medallas de Roma de la maleta. Dejé de coger el teléfono a la prensa, dejé de estar a lo que tenía que estar... Si no estoy pendiente de mí, cómo voy a hacer un calendario. Me llegaron tres amonestaciones, no me encontraban en los controles porque no sabían dónde estaba, no rellenaba esos escritos porque estaba fuera, de vacaciones, bebiendo. A veces llegaba a mi casa bebido, pero eso lo he superado.Cuando llega la tercera amonestación, la Federación no me llama. Si ves que un nadador te ha conseguido las primeras medallas de oro en toda su historia y no da señales de vida, llama al club, llama al nadador, preocúpate... Pero finalmente me llega una sanción y tengo que declarar ante el TAD, y me la quitan por mis problemas depresivos".

Esos cinco meses fuera de la piscina hicieron que cambiase su forma física, pero Muñoz supo sobreponerse para lograr nuevos éxitos. "Estuve 5 meses de parón, llegué a pesar 100 kilos cuando peso 85-90. Tenía que estar esos 5 meses en plena forma física, en mi peso. Y te levantabas cada día para ir a entrenar y no sabes si vas a poder seguir compitiendo. Y te entra la duda sobre si continuar o no continuar. Siempre he confiado en mí y me he dicho 'siempre que empiece algo, lo acabo'. Al final, me quitaron la amonestación, gané el Campeonato de Europa y di un golpe sobre la mesa".

Pese a los éxitos, Muñoz no logró ir a los campeonatos del mundo de Shanghai, pese a sus marcas anteriores. "Me quedo cerca de la mínima para el Campeonato del Mundo de Shanghai 2011 y no me llevan. Con la marca del campeonato de Europa podía haber sido subcampeón del mundo. Si tienes tíos que pueden estar cerca de la medalla, llévatelos al campeonato del mundo y yo estaba en mi casa"

Pese a ello, Muñoz buscó el sueño de los Juegos Olímpicos, donde también le destrozaron esa posibilidad. "En 2012 entrené como un cabrón. Tenía que ir a Londres sí o sí. Tres semanas antes me pongo malo, pero una semana antes no comía, tenía fiebre alta y estaba abrazado al váter. En el Open de Málaga nado y me quedo cerca de la mínima olímpica. Hablamos con el director técnico e intentamos hacer la mínima en el Campeonato de Europa. Me quedo muy cerca en los 100 metros mariposa, pero quedo campeón de Europa en los 50 mariposa. Y el director técnico me dice que no tengo nivel para ir a unas olimpiadas. Se me cae el alma al suelo, le digo que si es una cámara oculta o si se está quedando conmigo".

Por esa razón, Muñoz decidió irse a Marsella a entrenar para mejorar su rendimiento, pero la Federación apenas le ayudó. "Decido irme a Marsella a entrenar, pero si no tengo un apoyo institucional y federativo, no puedo pagar mi residencia. La Federación me dice que no sabe qué presupuesto va a tener. En enero no me contestan, de mientras quedo campeón de Europa en piscina corta, subcampeón del mundo incluso nadando con fiebre, que cogí mononucleosis. En Barcelona, me quedo muy cerca de la final. El presidente del Marsella me dice que están contentos conmigo pero que les he costado 20.000 euros, 12.000 del piso y 8.000 de concentraciones. Los 12.000 del piso los debe pagar la federación y dice que no".

Muñoz se sinceró, y confesó que incluso pensó en quitarse la vida. "Intenté suicidarme dos veces. Yo vivo en un quinto, con eso te lo digo todo. Me llegué a asomar a la ventana. Al final, uno tiene sangre y tiene cabeza y no podía seguir así, me puse en manos de un profesional. Después de ir al psicólogo, empecé a asimilarlo, y cuando pasa el tiempo, te enorgulleces de haberlo superado".

Pese a todos los obstáculos, Muñoz ha sabido rehacer su vida. "Sigo nadando, me gusta, disfruto enseñando a la gente. Pero no voy a nadar sin ningún objetivo. Vivo con mi mujer e hijo espectaculares. Estoy haciendo un máster en Gestión y Administración Deportiva con la Fundación Johan Cruyff y estoy aprendiendo catalán para las oposiciones a policía local o mosso, y también hago crossfit y pesca submarina. Cuando mi hijo sea más consciente, le enseñaré mis medallas y mis vídeos de lo que hice.

Por último, el nadador quiso mandar un mensaje para que se ayude a deportistas que se encuentren en su misma situación. "Cuando estás ahí arriba puedes caer de golpe. Y la Federación debe darse cuenta de que el deportista da todo lo que tiene y que un día puede tener un bajón y hay que estar ahí para apoyarlos, en las buenas y en las malas"