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HALTEROFILIA | LYDIA VALENTÍN

“Mis rivales se han tenido que dopar para ganarme”

La trimedallista olímpica de 31 años visitó Barcelona para protagonizar una campaña publicitaria de Bridgestone titulada ‘Persigue tus sueños’.

Barcelona
Lydia Valentín.
DIARIO AS

Después de su bronce en Río, ¿cuánto estuvo sin levantar una pesa?

Estuve un mes sin ver un gimnasio, nunca había estado tanto tiempo sin entrenarme. Lo necesitaba. Me había estado preparando cuatro años para estar a la altura el 12 de agosto, y el desgaste psicológico fue muy grande. Necesitaba desconectar y disfrutar de la medalla con mi gente. Fue un reconocimiento sentido que me hizo muy feliz. Fue sincero, y después de todo lo vivido es una doble alegría.

Vivió un agosto inolvidable. Al margen del bronce, dos semanas después le comunicaron que también le conceden la plata en Pekín 2008 por el dopaje de sus rivales. Antes de Río le había ocurrido lo mismo con el oro de Londres 2012. ¿Qué siente?

No es lo mismo ganar una medalla en una competición que enterarte ocho años después que te la conceden. Noté emoción por lo primero, por conseguirla, y a la vez tristeza por lo segundo. Me pregunto: “¿Esto es deporte o qué es? ¿Dónde están los valores?”. En el fondo estoy feliz porque pienso que mis rivales se han tenido que dopar para ganarme. Pero a la vez es muy triste. Al final estas medallas están donde deben estar.

En Pekín y Londres, como comenta, no ganó medalla pero luego se la dieron por dopaje de sus rivales. ¿Puede pasar algo igual en Río?

No me sorprendería que me llamaran en un tiempo y me dijeran que en Río he sido plata u oro.

¿A usted le han ofrecido doparse en algún momento?

Nunca.

¿Y cuál es su plan para este 2017?

Tengo el Europeo en abril, que me hace especial ilusión acudir porque no estuve el año pasado debido a la lesión que me lastró la preparación olímpica. A finales de año, además, compito en el Mundial, y luego me quedan los Juegos del Mediterráneo. Están en mi agenda y me hacen ilusión.

Todo ello forma parte de su preparación para Tokio 2020. ¿Cree en ese objetivo?

Sí, claro. Serán mis últimos Juegos y quiero disfrutarlos.

Usted es una pionera en España en este deporte en su versión femenina. ¿Ha notado un boom desde sus medallas?

Noto que no hay tanto deporte femenino en el alto nivel, y menos en una actividad de fuerza como la mía. Pero considero que el deporte no tiene sexo y las niñas deben decidir qué disciplina deben practicar por encima de lo que piensen los padres. Los pequeños deben ser felices.

¿Sólo practicó halterofilia?

Se me daba muy bien de pequeña el balonmano y el atletismo. Siempre había destacado porque tenía facilidad para el deporte, además de que me gustaba mucho la competición y todos los entrenadores querían entrenarme. Finalmente, me decanté por la halterofilia porque era lo que más me apasionaba.

¿Cuál fue su momento más difícil desde que se decantó por este deporte?

Pese a haber competido durante muchos años, fueron los últimos meses antes de Río. Fui al Mundial y no pude competir, no sabía qué me pasaba, tuve que entrenarme también fuera del país… Fueron momentos difíciles, a las puertas de unos Juegos, aunque al final pude ir y conseguí la medalla, que era lo que quería.