Los Titans no encuentran oposición en los tristes Browns
El equipo de Tennessee no juega un buen partido, pero se aprovecha que los de Cleveland han entrado en barrena en lo que respecta a sus resultados.
En algún momento habrá que empezar a hablar de los Tennessee Titans. Es un equipo que va 3-3 y, eso, siempre es notable en la NFL, lo de estar al 50%. Mucho más cuando se viene de tan abajo y da tantas temporadas malas como este equipo ha sufrido. Un equipo que tiene una línea ofensiva que, a nivel de números, está entre las mejores, o es la mejor, de la liga. Un equipo que, legítimamente, ha de ser considerado candidato a pelear su división, ergo a entrar en playoff. Pero no va a ser hoy ese día.
Porque es cierto que han ganado, por 28-26, a los Cleveland Browns. Como es cierto que han ganado su primer partido en casa desde septiembre del año pasado. Y, contando una de las grandes verdades de esta liga, han vencido a quien tenían enfrente, y sólo se puede vencer a quien tienes enfrente.
Pero los Cleveland Browns, con toda su buena voluntad, no pueden ser considerados como un rival que eleve tu rango al ganarles. No. Es una lástima, porque no se rinden nunca, pero es que no tienen el nivel suficiente como para hacer que estos Titans pasen a ser más reconocidos tras hoy. Ya lo siento.
Y eso que estoy tentado. Porque, como ya he dicho, esta línea ofensiva ha crecido como se le pedía. Fue la culpable de que el equipo sumase unas buenas 137 yardas de carrera y que le diese tiempo a Mariota como para completar 17 de 24 pases, que está muy bien, para 284 yardas y, lo más importante, tres touch downs.
Pero el resto del ataque no fue tan sobrio. Kendall Wright tuvo una tarde para los restos, con 8 recepciones y 133 yardas, demostrando una muy notable química con su quarterback. Sin embargo, vivió de un par de big plays muy notables. Que, por supuesto, no sirve para quitarle mérito, bien al contrario, sino para subrayar que, sobre todo en la primera parte, los Titans vivieron de tirones.
No tanto la defensa, que sí que paró a los Browns con contundencia. Pero, como he dicho antes, sigue sin valer del todo porque... es que son los Browns. Parados, por completo, por tierra, tuvieron que vivir de Cody Kessler convertido en pistolero, lanzando la friolera de 41 veces. Sí, llegó a 336 yardas y anotó 2 touch downs, aunque es evidente que son cifras infladas debido a que la batalla táctica sobre el campo obligó a Cleveland a vivir por el aire.
Eso, y que el final del partido fue caótico, con decisiones sorprendentes. Primero por parte de Hue Jackson. Al llevar el marcador a 28-19, con un touch down de Terrelle Pryor, y con la necesidad de un onside kick, apostó por la conversión de dos. No tenía mucho sentido: con un punto estaban a una posesión de igualar, si fallaban la conversión estarían a dos. Fallaron, como manda la historia de la franquicia.
La decisión debió doler aún más cuando, efectivamente, recuperaron el onside kick, y llevaron el drive a otro touch down, en este caso de Duke Johnson. Por desgracia para ellos, no hubo un segundo onside kick exitoso y ahí murió el partido.
Tennessee es un equipo que ha ganado tantos partidos como ha perdido, y tanto su defensa como su línea ofensiva son a tener en cuenta. Pero no hay manera de elevarles aún de su categoría de parte baja de la NFL porque 'sólo' han ganado a los tristes Browns que, de tanto perder jugando con intensidad y sentido, están empezando a perder a secas.