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BALONMANO

Chispi quiere escribir de "la soledad del jugador lesionado"

Más de un año sin jugar con el Puente Genil tras haber sido el máximo goleador de la Asobal y uno de los puntales de la Selección de playa

Córdoba

El jugador del Angel Ximénez Juan Antonio Vázquez Chispi cumple un año "insoportable y en soledad" desde su grave lesión de ligamentos en una rodilla, de la que recayó en abril cuando se disponía a reaparecer, por lo que el máximo goleador de la Asobal hace dos campañas quiere plasmar su experiencia en un libro.

E lateral del equipo de Puente Genil (Córdoba), que hace un año se rompió el ligamento cruzado anterior y los dos meniscos de la rodilla derecha en la pista del Naturhouse La Rioja, declaró que tiene "bastante contenido para escribir un libro" y que quiere "hacerlo, porque en el deporte de élite no se habla mucho de la soledad que sufre el jugador" en estos casos.

"Pasas a estar olvidado. Es una situación muy desagradable y difícil; además, en mi caso pasé de disfrutar del mejor momento de mi profesión, tras ser máximo goleador de la Asobal, a vivir el peor", subrayó el jugador sevillano del Angel Ximénez-Avia.

Por ello, dijo que le gustaría "compartir un sinfín de experiencias y plasmarlas en un libro", para lo que ha contactado con otros deportistas como los futbolistas Sergio Asenjo (Villarreal) o Sergio Canales (Real Sociedad), que recayeron como él de la conocida "triada", porque Chispi también la sufrió hace cinco años en la rodilla izquierda.

A la espera de que esa obra pueda ver la luz, el sevillano lleva ya cuatro meses de rehabilitación de su recaída, de los que, "sin duda, lo peor fue el último mes", al argumentar que con el inicio de la Liga "uno se ve totalmente fuera de la dinámica del equipo".

"Paso mejor las jornadas de fuera que las de casa, porque sufro mucho viendo a mis compañeros en la cancha. La impotencia es muy grande, aún más en partidos como el pasado ante Irún", recordó.

Chispi es consciente de que aún le restan "como mínimo otros dos meses de baja", pero no esconde que, en realidad, serán "hasta cuatro porque con el parón invernal y el Europeo hasta febrero no hay competición", por lo que "se hace más duro estar dieciséis meses sin jugar".

Ahora, además, le llegará otra circunstancia nueva: la obligación de tener que pasar por un tribunal médico al cumplir un año de baja, pues, "en teoría, nadie puede estar más de un año sin trabajar por razones médicas", por lo que "hasta te pueden jubilar", pero precisó que "menos mal que hay un periodo transitorio de seis meses".

"Yo nunca pensé en la retirada, la idea es estar al mismo nivel que mis compañeros en los primeros entrenamientos de enero", aseguró el goleador del Angel Ximénez, que en noviembre cumplirá 33 años y que mantiene "todas las ganas del mundo por jugar".

Indicó que no le "carga de responsabilidad que digan" que va a ser "el mejor fichaje invernal" para el equipo, ya que será "uno más", además de hacer una puntualización: "se equivoca el que piense que voy a jugar los sesenta minutos, porque además todos mis compañeros tendrán más confianza para febrero", recalcó.

Chispi se lesionó la pasada campaña en la cancha del Naturhouse, casualmente el próximo rival de los andaluces en Puente Genil, algo sobre lo que dijo que ahora no le supondrá nada especial, si bien admitió que cuando el equipo visite Logroño, quizás sí se acuerde de aquel fatídico momento, aunque "más por una cuestión de impotencia". De aquella primera lesión, el sevillano recordó que "estaba perfectamente recuperado, aunque muchos dijeron que se forzó" cuando volvió a lesionarse seis meses después durante un entrenamiento.

"Obviamente todos los deportistas quieren volver antes, pero no hice nada distinto a lo que me dijera el médico o un rehabilitador, por lo que el último culpable soy yo", aseveró un Chispi deseoso de volver a sentirse jugador de balonmano. Además, este año se ha perdido los encuentros de la Selección de balonmano playa, en la que ha sido uno de los puntales de España.