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PLAYOFFS MLB

Todo se magnifica en octubre y es una enorme verdad

Las Series de División presentan un panorama negativo para Red Sox y Rangers, que no han sido capaces de prolongar los éxitos de la temporada regular.

David Ortiz y los Boston Red Sox están desconocidos en los dos primeros encuentros de su serie contra Cleveland Indians.
Jason MillerAFP

Muchas veces hemos hablado de las dos partes que tiene la temporada de las Grandes Ligas de béisbol, una que comprende la regular y que te permite ocupar una posición de privilegio para la parte crucial de la campaña, unos playoffs que se disputan a velocidad de vértigo y en los que no te sirve para nada los méritos acumulados a lo largo de los meses anteriores.

Es un panorama fascinante y, al mismo tiempo, relativamente injusto, pero jamás se ha dicho que ganar el trofeo del comisionado vaya a ser sencillo, sino todo lo contrario.

Es por ello que los Texas Rangers están sufriendo en sus carnes la increíble dificultad que conlleva triunfar en octubre y están cayendo derrotados en el parcial de su serie contra unos imponentes Blue Jays, que les están devolviendo lo ocurrido el año pasado y sin tener que recurrir a ningún tipo de represalia (por ahora) en las diferencias existentes entre Rougned Odor y José Bautista. Y todo eso con la mejor marca de toda la Liga Americana y, potencialmente, hasta las propias Series Mundiales.

Es por ello que los Boston Red Sox, poseedores del mejor ataque con diferencia en toda la competición, se han encontrado maniatados y resulta un grupo totalmente desconocido para todos aquellos que nos hemos maravillado con su pegada, por una unidad de lanzadores de los Indians que siempre han tenido respuesta para todos los desafíos que les han presentado los BoSox… hasta la fecha.

Es por ello que los San Francisco Giants, que han sido capaces de recurrir al enorme Madison Bumgarner en el Wild Card Game para un esfuerzo colosal y con un home run del desconocido hasta la fecha Conor Gillaspie, han recibido exactamente su misma medicina cortesía de Jon Lester y un Javier Báez que arruinó una actuación de Johnny Cueto que no debió ser desperdiciada por las oportunidades no aprovechadas por parte de los californianos en las primeras entradas y por el inexplicable error de Buster Posey que no estuvo atento a una jugada que podría haber cambiado el devenir del choque.

Todo, absolutamente todo, se magnifica en octubre y esa es una enorme verdad.

En el momento en el que te enfrentas a los mejores rivales posibles, el margen de error se reduce casi a la mínima expresión mientras que las fórmulas que te han llevado hasta este punto desaparecen de forma misteriosa.

Bienvenidos a la dura vida en los playoffs de la Major League Baseball.

¿Que los Rangers conseguían arañar triunfos de forma milagrosa durante la campaña regular con un ataque eficiente con corredores en posición de anotar? ¡Voilá! Eso no ocurre en los dos partidos en casa y les sitúa al borde de la eliminación, dependiendo de lo que puedan hacer Colby Lewis y compañía.

¿Que los Red Sox colocan a dos pitchers que han sumado 40 triunfos durante la campaña regular y suponen todo un desafío para los rivales? ¡Voilá! Porcello y Price son destrozados por el imparable ataque de los Indians, que sacan petróleo tensando la cuerda a la más mínima oportunidad y a los que los dioses del béisbol les están otorgando sus favores.

Sin embargo, no hay que caer en el pesimismo. Es evidente que la situación no es envidiable y que la historia nos dice que aquellos que van perdiendo 2-0 en una eliminatoria al mejor de cinco encuentros sólo han sido capaces de remontarla en nueve ocasiones de 72 oportunidades, siendo barridos en 43 ocasiones.

Pero la clave es esa. Se ha hecho con anterioridad y a ese pequeño hilo de esperanza hay que agarrarse, con uñas y dientes. Como sea. Ese dicho de ir ‘partido a partido’ que está tan en boga en el fútbol, pero que tiene su origen en este deporte, porque es la mentalidad que hay que tener cuando se trata de dar la vuelta a una situación que llega a ser desesperada.

Y como dice Hanley Ramírez, primera base de los Boston Red Sox, que nadie se equivoque y que vayan reservando el vuelo de vuelta a Cleveland para el quinto partido, porque la serie va a regresar a Ohio.

Esa es la actitud que hay que tener y en Boston saben un poco de eso.