Falcons, Seahawks y Ravens: victorias en el borde ilegal
Tres equipos sancionados por saltarse las limitaciones de contacto físico en entrenamientos han empezado la temporada como motos.
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Es Maquiavelo el icono de la victoria a cualquier precio. Estoy seguro que no fue el primero que lo escribió, y mucho menos el primero que lo pensó, pero cuando hablamos de la legitimidad de las tretas a usar para conseguir un objetivo, aunque sea a costa de la legalidad, lo que se nos viene a la cabeza es él.
En la NFL ese rol lo ocupa Bill Belichik. De nuevo, estoy seguro que no es el primero, ni el único y, quizás, ni siquiera el que con más ahínco lo hace, pero los escándalos en los que se han victo envueltos los New England Patriots, sobre todo el 'Spygate', hacen que pensemos en Belichick como un hombre capaz de explorar los límites de la legalidad para buscar el mayor provecho para su equipo.
Y es que en una liga tan competitiva las ventajas marginales se encuentran en esa línea que bordea el reglamento. A veces por el lado bueno, a veces por el lado malo. Lo saben todos los que viven en ella.
Tenemos tres ejemplos este mismo año que merecen atención. Son los Atlanta Falcons, los Baltimore Ravens y los Seattle Seahawks. A estas alturas cada uno de ellos ha ganado tres partidos y perdido uno. Y en el caso de los Falcons y los Ravens podemos decir que con notable sorpresa porque no comenzaban el año como miembros de la aristocracia competitiva.
Pues bien, los tres han sido sancionados este verano por saltarse las normas de entrenamientos con contacto y con protecciones. Unos con más contundencia que otros, debido a si son reincidentes o no, pero todos ellos habiendo sido probado que han exigido a sus jugadores más de lo que permite el convenio colectivo.
En 2011 se firmó el acuerdo que rige la NFL en la relación entre franquicias y jugadores. En él, los profesionales que saltan al campo perdieron mucho dinero, muchos derechos, pero ganaron una pequeña batalla en la obligación que impusieron a los equipos de limitar los entrenamientos de contacto. Merced a ello existe un control absoluto de las horas, días y formas de preparación de las 32 franquicias.
Esta rebaja de las prácticas con colisión, y con protección, ha sido puesta, en multitud de ocasiones, como la causa de una bajada de fundamentos, sobre todo defensivos, que ha llevado a la liga a un nivel de juego menor que en años anteriores. A esa teoría se han sumado varios entrenadores.
Seguro que John Harbaugh, Pete Carroll y Dan Quinn (discípulo del anterior) son de esa misma opinión. Así que decidieron juguetear con los límites de la ley hasta pasarse al lado prohibido en alguna ocasión, que es lo que les ha acarreado la multa y la sanción. Pero ¿y si eso les parece poco precio a cambio de comenzar con victorias la temporada?
Es mucho decir que estos tres equipos lo están haciendo tan bien porque durante el verano entrenaron con más violencia y más football 'de verdad' que sus rivales. Es mucho decir, también, que esto vaya a suponer un cambio de paradigma a la hora de valorar la conveniencia de recuperar prácticas más agresivas, algo que no va a suceder. Pero sí que nos sirve este hecho para recordar que en la competitividad suprema son los que se acercan hasta el abismo de lo prohibido los que más cerca están de la victoria. Porque esta vez, en este asunto, les han pillado, pero ¿cuantas otras pequeñas 'trampas' buscarán todos los días para sacar provecho? Estimo que la respuesta no serían pocas.