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POLÉMICA

Rompiendo una lanza en favor de Buck Showalter

Mucho se está hablando sobre la decisión de Buck Showalter de no utilizar a Zach Britton en el partido comodín que puso fin a la temporada de los Orioles.

Buck Showalter es y seguirá siendo uno de los mejores técnicos de las Grandes Ligas.
Nick TurchiaroUSA Today Sports

Todos sabemos lo difícil que es el deporte del béisbol. La estrategia lo es todo y más en un encuentro que llega igualado a la undécima entrada y en el que una mala decisión puede dar al traste con la temporada de tu equipo. Eso, al parecer, es lo que hizo Buck Showalter al no dar entrada a su mejor lanzador, Zach Britton, en ningún momento del partido y así se lo están haciendo saber todos los medios estadounidenses en sus ediciones digitales. Quizás porque siempre me ha gustado eso de ser el verso suelto de la canción, me voy a permitir defender la actuación del manager del equipo de Baltimore.

Que Zach Britton es uno de los mejores lanzadores de la liga americana no lo pone en duda nadie. Es más, ya he comentado en una ocasión que para mi es el más firme candidato a llevarse el Cy Young de este año por encima de otros grandes lanzadores como Rick Porcello o Corey Kluber. Ha conseguido cerrar su partido en 47 ocasiones, sin fallar una sola vez en toda la temporada, y sus registros en ERA y WHIP son estratosféricos, con sólo 0.54 y 0.84 respectivamente. Sin duda un pitcher en el que confiar cuando necesitas cerrar un partido.

El problema para los Orioles es que el partido no estaba para cerrarse ni mucho menos. En un encuentro entre dos de los equipos más cañoneros de las Grandes Ligas, los lanzadores habían dominado el encuentro y no parecía que eso fuera a cambiar. El bullpen de ambos conjuntos se mostraba sólido y parecía que sólo un homerun solitario en algún momento podía cambiar el signo del encuentro, como al final así fue. Y con un cuarteto de bateadores de lujo como Jones, Davis, Machado y Trumbo las posibilidades de que la balanza se inclinara hacia el lado de los de Maryland no era descabellada ni mucho menos.

Tampoco los Blue Jays andan mancos en esto de machacar con el bate a sus rivales. Jugadores como Bautista, Encarnación, Martin o Tulowitzki te pueden hacer un traje en un momento determinado. Pero por suerte para ellos el jugar en casa les permitía batear en la parte baja de la entrada y, por lo tanto, una vez superada la novena ya no tenían que guardar ninguna posible ventaja porque en el momento en que la consiguieran el partido sería suyo. Así pudieron poner en liza a su cerrador, el mexicano Roberto Osuna, para lanzar la novena y el inicio de la décima entrada, cuando unas pequeñas molestias en el hombro le hicieron solicitar el cambio por Francisco Liriano, un lanzador acostumbrado a estar durante varias entradas consecutivas sobre el montículo. Creo que a todos nos pareció un sistema de juego perfecto y que seguía el guión habitual.

Lo que a muchos les ha extrañado ha sido la salida en la undécima entrada de Ubaldo Jiménez en lugar de Britton para enfrentarse a los bates más potentes de Toronto. Sí, podría ser así, pero no debemos olvidar que Jiménez es, al igual que Liriano, un pitcher titular y que está acostumbrado a lidiar con los mejores lanzadores de cualquier equipo. Incluso se habló de él como posible lanzador inicial en lugar de Chris Tillman. Además si miramos las estadísticas veremos que el dominicano no había concedido ninguna carrera en los dos últimos partidos que había lanzado, uno de ellos precisamente frente a los Blue Jays. Estaba claro que sabía cómo dominar el ataque de los canadienses y Showalter confió en él. Estoy seguro de que su idea era que Jiménez mantuviera a raya a Toronto hasta que sus chicos consiguieran ponerse por delante en el marcador, momento en el que sacaría a Britton para cerrar el partido y sellar el pase a las series de división.

Pero claro, el deporte no siempre sale como uno planea y Jiménez entregó la victoria a Toronto permitiendo tres hits (uno de ellos un homerun) en tan sólo cinco lanzamientos, lo que echó por tierra la estrategia del bueno de Buck, una estrategia que yo sigo defendiendo como buena o al menos tan buena como cualquier otra. Porque la pregunta que yo planteo es ¿qué hubiera pasado si sale Britton en esa undécima entrada? Sí, puede que hubiese salvado la situación e incluso puede que hubiese lanzado una hipotética duodécima entrada. Pero no hubiera podido ir más allá en caso de que siguiera el empate y entonces sí que hubiera tenido que entrar Jiménez a pitchear, probablemente con el mismo resultado que ayer. E incluso si los Orioles en esa 12ª ó 13ª entrada hubieran conseguido una mínima ventaja, ¿sería Jiménez el hombre adecuado para cerrar un partido o criticaríamos entonces el hecho de haber usado antes a Britton y haberle quemado antes de tiempo?

Claro, empezar a elucubrar con el famoso “y si...” no es más que hacer béisbol-ficción. El hecho es que los Blue Jays siguen adelante y que los Orioles, que han realizado una temporada soberbia y a los que nadie (yo el primero) dábamos ninguna posibilidad de acceder a los playoff, se van de vacaciones con la siempre razonable duda de saber si la estrategia seguida fue la correcta. Y yo, desde este humilde rinconcito de la lejana España, rompo una lanza en favor de las decisiones de Buck Showalter y de todo su equipo técnico.