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"Fan experience", la transformación digital al servicio del espectáculo

La tecnología digital llega a los estadios para mejorar la experiencia de los fans y convertirse en una oportunidad para clubes y marcas.

"Fan experience", la transformación digital al servicio del espectáculo
Sportstechie

La tecnología lleva tiempo revolucionando la retransmisión de los eventos deportivos. Nuevos canales, mejor calidad de emisión, más cámaras, programas para resolver jugadas polémicas y realidad virtual son sólo algunos de los avances que hacen que, por ejemplo, ver un partido de fútbol en el sofá de tu casa se convierta en una experiencia cada vez más completa, cómoda y tecnológicamente avanzada.

Así se han criado los ‘millennials, esa generación comprendida entre la quinta del ’81 y la del ’97, y más aún los centennials, que son los que vienen después. Afortunados ellos porque no saben lo que es no poder ver más que un resumen de tres minutos del evento de tu equipo el domingo por la noche.

Pero lo cierto es que estas dos generaciones, son nativas digitales y no entienden la vida sin internet. Un estudio de Cisco revela que, en Estados Unidos, uno de cada tres estudiantes universitarios y jóvenes profesionales cree que internet es tan importante como el aire, el agua, la comida o tener un techo bajo el que cobijarse.

Entonces, ¿cómo hacemos para que estas nuevas generaciones de jóvenes sigan teniendo el deseo de asistir a los eventos deportivos? ¿Cómo se compite con el sofá, la alta definición y el calor del hogar domingo tras domingo?

El wifi es básico

Evidentemente, lo que no puede faltar una buena conexión a internet.

¿Y por qué es tan importante la conectividad en los estadios? Entre otras razones, porque las estadísticas en estadios inteligentes en Estados Unidos hablan de un volumen mayor de subida de datos que de bajada. Esto quiere decir que los asistentes quieren compartir su experiencia con sus contactos lo que, en esta era en la que el contenido es el rey, para los clubes representa una de las mejores formas de hacer marketing. Cada asistente sube un vídeo, una foto, un audio o un simple post ad hoc para su audiencia, cuenta una historia, desarrollando otro término de moda como es el storytelling, y se vincula de manera emocional con su equipo.

En otro orden, pero no menos importante, una buena gestión de la conexión a internet puede dar muchos beneficios a nivel de ‘big data’. Si los que gestionan los estadios son capaces de canalizar el movimiento de fans a través de aplicaciones en las que se tengan que identificar, pueden tener acceso a mucha información de cada persona, ya sea a través de sus propios canales o con la incorporación de información de terceros.

Esto, que puede parecer exagerado, permitiría a los clubes saber exactamente cuáles son los perfiles de aficionados que tienen y, en función de ello, hacer una explotación comercial personalizada y ajustada en cada caso para ofrecer la mejor experiencia posible a los seguidores de su equipos.

Estados Unidos, varios pasos por delante

Uno de los mejores ejemplos de ello es el Barclays Center, hogar de los Brooklyn Nets, que representa uno de los estándares más altos a nivel de conectividad en todo el mundo.

A través de su app, en la que los fans deben dejar sus direcciones de correo electrónico, uno de los bienes más preciados del marketing digital, los asistentes reciben ofertas de comidas especialmente diseñadas para su bolsillo, que además pueden pedir sin moverse de su asiento.

Por otro lado, sabiendo donde se encuentra cada uno de los fans que tiene activada la app, el propio club lanza ofertas para que mejoren sus ubicaciones, con precios que van bajando en función del avance del partido, con el fin de que éstos puedan observar el espectáculo más de cerca. Estas acciones representan ingresos extras que de otra manera no tendrían.

Más ejemplos. El estadio de los Denver Broncos, el Sports Authority Field, tiene cobertura hasta en el parking del estadio, ya que lo consideran un espacio de encuentro entre familias y amigos, que hasta abastece a los vecinos de zonas aledañas los días de partido.

También en los días de competición, en el Gillette Stadium, casa de los New England Patriots, los aficionados del equipo que tienen la app Patriots Gameday Live, pueden ver hasta cuáles son los aseos con menos cola para perder el menor tiempo posible.

Así podríamos seguir hasta recorrer casi todos los estadios de la NFL, ya que a día de hoy son sólo tres los estadios que aún no cuentan con, al menos, conexión wifi. Y con la NBA pasa algo similar: hasta finales del año pasado los estadios con conexión a internet alcanzaba casi el 90%.

Finalmente, y ya para cerrar el capítulo norteamericano, basta decir que hasta finales de 2015 un 100% de los equipos de la NFL, e incluso de la NHL, y un 97% de los equipos participantes de la NBA, contaban con una app propia del equipo.

¿Y qué pasa en Europa?

Da la sensación de que cuando se trata de tecnología, es difícil para cualquiera competir con Estados Unidos, y esta no es la excepción.

El primer club en tener conexión de banda ancha en su estadio en el viejo continente fue el Manchester City pero, aunque ya hay otros tantos equipos que proveen internet a sus aficionados, en Europa aún no se llega ni al 10% de los clubes con conexión. Un mal dato que ha de sumarse al todavía pobre desarrollo de apps específicas para mejorar la experiencia de usuario.

Los proyectos más relevantes en este sentido son los sendos acuerdos que ha alcanzado Huawei con el Ajax y con el Borussia de Dortmund, a través de los que ha desarrollado verdaderos proyectos de estadios inteligentes que van mucho más allá de una mera conexión a internet.

En España, por otro lado, no hay demasiados indicios esperanzadores en este ámbito. Más allá de que el Real Madrid ya ofrece wifi a sus aficionados y de que en el Camp Nou lo anuncian para este año y ya han hecho las primeras pruebas, esto de los estadios inteligentes aún suena un poco a ciencia ficción. Excepción hecha, aunque todavía lejos de concluirse, con La Peineta que, según diversas fuentes será uno de los estadios de fútbol más modernos y tecnológicos del mundo pero que, dados los diferentes problemas surgidos en los últimos tiempos y las fechas que se barajan para la “mudanza”, es difícil aventurar que vaya a estar terminado al 100%.

Por otra parte, haciendo un repaso por las apps de los clubes, rápidamente se pueden encontrar las del Barça, el Madrid, el Atleti, el Valencia y el Athletic de Bilbao, con desarrollos similares, pero sobre todo enfocadas más a conocer el día a día de los clubes, que en brindar una mejor experiencia de usuario en el propio estadio.

Quizás entonces sea necesario un cambio de mentalidad. A pesar de que los costes para convertir en inteligente un estadio no son para nada despreciables, viendo las experiencias en Estados Unidos, se podría concluir que se trata más de una inversión que de un gasto.

Mientras tanto, quizás más inteligente que los estadios sea que enseñemos a las nuevas generaciones a saborear el simple hecho de ver de cerca el espectáculo, de mojarse junto a los jugadores que están defendiendo su misma camiseta, si es que llueve, y de, dando la bienvenida a cualquier tecnología que favorezca el espectáculo, seguir valorando el sentimiento por los colores de cada uno sobre la conectividad.