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Buccaneers 7 - Broncos 27

A los Denver Broncos no los paran ni los elementos

Por segunda semana consecutiva, el partido en Tampa Bay tuvo que ser parado por tormentas eléctricas. A los campeones les dio igual.

Denver Broncos quarterback Paxton Lynch (12) throws a pass against the Tampa Bay Buccaneers during the second quarter of an NFL football game Sunday, Oct. 2, 2016, in Tampa, Fla. (AP Photo/Jason Behnken)
Jason BehnkenAP

Va a haber que poner los partidos en Tampa Bay a la hora habitual de la costa Este, es decir, en el primer turno de la jornada del domingo de la NFL. Porque por segunda semana consecutiva hemos visto como se nos interrumpía un partido. Y, francamente, es algo bastante molesto.

No es que importase en exceso, la verdad, porque lo que estaban haciendo los Denver Broncos con los Buccaneers era como para parar el partido antes, aunque por abuso absoluto por parte de uno de los contendientes. Los campeones han comenzado con el pie del acelerador en la chapa y en su camino se llevan por delante lo que pillan, cual tormenta eléctrica. Mucho más si lo que tienen en frente en un equipo tierno y a medio hacer como los Bucs.

Porque el encuentro ha sido eso: unos Broncos serios, concentrados, jugando al football en todas sus fases, y unos Bucs que sólo lo son de vez en cuando. Y cuando eso sucede el resultado es una paliza. Mayor aún de la que muestra el marcador, que antes del parón (cuando se está escribiendo esta crónica) era de 7 a 27 a favor de los visitantes.

Pero ¿les ganaron en todo? Sí, sí, en todo.

Podemos empezar por la defensa, que a fin de cuentas es la unidad más importante en la consecución del anillo del año pasado.

La línea defensiva ha estado al nivel habitual. Ha conseguido tres sacks pero la última vez que miré la cuenta iban por 16 jugadas en las que hicieron huir a Jameis Winston. Esto es: le tuvieron toda la tarde corriendo por su vida, soltando el balón con miedo y rezando para que la paliza acabase cuanto antes.

La secundaria también estuvo estupenda. Es más fácil cuando el QB rival zozobra en un sinvivir, pero es de justicia señalar que Aqib Talib consiguió dos intercepciones como dos soles.

Si a eso le sumamos un fumble forzado por, adivinad, Von Miller, salen tres cambio de posesión de las que salieron 17 puntos. Juego, set y partido. Von miller, adivinad de nuevo, estuvo ultradominante.

Pero el ataque también cumplió. Porque son un equipo serio en todas las líneas. De hecho, una de las grandes noticias del partido fue la lesión de Trevor Siemian, lesionado en el hombro derecho tras un buen golpe. Pues Paxton Lynch, el rookie escogido en primera ronda del draft, salió y nada cambió. A ese nivel de confianza viajan los Broncos ahora mismo.

Es más, Gary Kubiak dobló la apuesta y le puso a lanzar como un loco. Completó un drive al final de la primera parte con ocho pases consecutivos. Sólo cuando se aseguró que la defensa de los Buccaneers se mantendría centrada en el juego de pase, aún con el rookie a los mandos, es cuando volvió a ordenar a la carrera que hiciese su parte. Y la hizo. Todo lógico, bien ejecutado y, sí, dominante.

Lynch dio su primer pase de touch down a Enmanuel Sanders y aquí paz y después gloria. Ahí se acabó el partido, a pesar de que quedaba mucho por jugar. Hasta que, a falta de 6:52 en el reloj, y con el balón de nuevo en manos de los Denver Broncos, el estadio fue desalojado por los rayos y los truenos.