Russell Wilson se eleva sobre los Jets en una actuación memorable

¿Cuál es el principal problema de los Seattle Seahawks en ataque? La línea ofensiva, sin duda. Tanto, que hace dudar de la sostenibilidad a largo plazo de Russell Wilson, el QB titular, porque el castigo que recibe es tan excesivo que ya no es que le obligue a jugar tocado, como ha hecho en este inicio de campeonato, sino que lleva a pensar en que acabará lesionado de gravedad más pronto que tarde.

Pues eso siguiendo siendo verdad en el partido de los Seahawks contra los New York Jets, pero resulta que un hombre se elevó por encima de esos problemas y reinó como un auténtico candidato a MVP para dar la victoria a su equipo. Me refiero al citado Wilson, claro, que se sacó un partido de la chistera de esos que te dejan con la boca abierta una semana entera. Por lo menos.

Si miramos los números ya podemos hablar de algo muy serio: 23 pases completados de 32 intentos, 309 yardas y 3 touch downs. Pero, por sorprendente que suene, no le hace justicia. Porque gran parte de esos pases, y sin duda los más importantes de la tarde, fueron bajo una presión asfixiante.

La defensa, en concreto la línea defensiva, de los Jets cumplió con lo previsto y apabulló a la OL de Seattle. Y Wilson, limitado en sus movimientos, no tuvo la capacidad elusiva que le ha hecho famoso en esta liga. Sin esa arma, probablemente su preferida y la que más le hace marcar la diferencia, tiró de recursos en el pocket, Y, oh, qué recursos. Qué maravilla.

Con predilección por Jimmy Graham, que sumó 113 yardas, pero sin olvidarse de Doug Baldwin, que aportó 54 por su parte, Russell enlazó un pase tras otro de levantarte del sofá. Y, ya en la end zone, encontró a McEvoy y a Spiller.

Los Jets, por su parte, no podían hacer más en defensa, simplemente superados por un mago en estado de gracia. Y en ataque, la verdad, durante la mayor parte del partido tampoco se les puede achacar nada. De hecho, consiguieron algo que muy pocos están capacitados para hacer: poner de rodillas la 'Legion ogf Boom'.

Y, ojo, no a cualesquiera: Ruchard Sherman y Earl Thomas fueron testigos de grandes recepciones de Brandon Marsahll y Enunwa, convertido ya en una referencia real de estos Jets. En el frente, apenas si podían correr, ni tener el pocket limpio con asiduidad, pero en balones profundos se movieron con soltura.

Pero con el partido 17 a 10 para Seattle, la diferencia de calidad en los pasadores se acabó imponiendo. Mientras Wilson continuaba con su clase magistral, Fitzpatrick, esta vez con mucha menos culpa que el esperpento de la semana pasada ante los Chiefs, tuvo dos intercepciones que sellaron el encuentro.

De hecho, los jugadores que recuperaron esos balones fueron Richard Sherman y Earl Thomas, lo que no deja de ser irónico.

Los Seahawks se van a la semana de bye con un récord de 3-1 y la sensación de que Russell Wilson estará mejor físicamente, lo que ha de meter mucho miedo a todos sus rivales. Y los Jets, por su parte, se caen a 1-3 con una sensación muy diferente: aún jugando muy bien están a expensas de que Fitzpatrick les meta en un jaleo.