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Patriots 0 - Bills 16

Los Patriots vuelven a la tierra a golpes de la defensa de los Bills

New England se quedó a cero por primera vez en la historia de su estadio en un partido en el que pecaron de conservadores hasta que fue muy tarde.

FOXBORO, MA - OCTOBER 2: Jacoby Brissett #7 of the New England Patriots fumbles while being tackled by Zach Brown #53 of the Buffalo Bills in the second quarter at Gillette Stadium on October 2, 2016 in Foxboro, Massachusetts.   Kevin Sabitus/Getty Images/AFP
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Kevin SabitusAFP

Ha costado tres semanas, pero los New England Patriots han acabado tomando tierra de manera forzosa en esta temporada. Tras vivir en un lado absurdo de la realidad en este universo, ese en el que el equipo podía ganar les faltase el jugador que les faltase, la defensa de los Buffalo Bills ha impuesto la lógica. Los Bills, lo que sin duda es de todo punto ilógico.

El resultado final lo explica todo: New England Patriots 0 - Buffalo Bills 16. Es la primera vez que los Pats se quedan a cero en su propio estadio, porque no lo hacían desde 1993 y, de aquella, jugaban en otro recinto. Es la primera vez desde el 2006 que un equipo deja a cero a su rival una semana y no suma un solo punto la semana siguiente. Y, además, es justo reflejo de lo que se vio en el campo.

Porque New England salió con un plan de juego muy timorato. Tras marear la perdiz toda la semana entre Jacoby Brissett y Jimmy Garoppolo, fue el primero el que se hizo con el puesto de QB titular y eso hizo que la intención de los Patriots fuera, como la pasada semana, ganar por tierra.

Pero los Bills sabían eso. Perfectamente. Los hermanos Ryan llenaron la caja y no dudaron en poner hasta a Aaron Williams y Corey Graham, los dos safeties, a defender la carrera si era necesario.

El cortocircuito en el ataque de los Patriots fue total en la primera mitad. Incapaces de mover las cadenas y con mucho miedo a soltar el brazo de Brissett. Tan sólo le dejaron dar tres pases en todo el primer periodo, incluida una recepción de Martelius Bennett para 58 yardas que fue lo único que levantó a la afición de Fóxboro de su asiento.

Para entonces los Bills ya iban 13 a 0. Además de dominar con la defensa, la carrera, con un fascinante LeSean McCoy, funcionaba. 'Shady' acabó con 70 yardas terrestres, sí, pero fue un absoluto placer verle conseguir cada una de ellas. Además de ser una válvula de escape preciosa para Tyrod Taylor por aire, donde sumó otras 38 yardas. Él y Charles Clay fueron los culpables de mover las cadenas de manera suficiente como para ir sumando, gotita a gotita, puntos que rematasen la impecable labor defensiva de sus compañeros.

La segunda parte comenzó de forma muy diferente. Los Patriots comprendieron que el plan había reventado y dieron más responsabilidad a Brissett. Hasta 24 pases. Y, en un principio, consiguieron acercarse a la red zone. De hecho, hasta se jugaron un cuarto down, que convirtieron, en una claro ejemplo de que habían mandado el conservadurismo a hacer puñetas.

Llegó, también, el primer tercer down convertido en el partido por los patriotas. Y con doble alegría, pues fue la primera recepción en toda la temporada de su adorado Rob Gronkowski, evidentemente disminuido y fuera de sitio.

Por increíble que parezca, en el último cuarto no sucedió nada. A pesar de que los Patriots iban tan sólo dos anotaciones por debajo, en ningún momento hubo sensación de urgencia. Y es que la defensa de los Bills siguió presionando sin piedad, sobre todo con una línea defensiva que se comió a Brissett y Blount, incapaces de hacer nada con una línea ofensiva sobrepasada.

Los Patriots no son invencibles, al parecer, y los Bills pueden presumir de haber ganado en partidos consecutivos a los Cardinals y a New England. Una nueva temporada comienza para estos dos equipos, los primeros porque recuperan a Tom Brady, y los segundos porque están vivos. Muy vivos.