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SALÓN DE LA FAMA

Qué jugadores merecen estar en el Hall of Fame

Con la nueva promoción para el Salón del Fama lista, también viene bien saber qué jugadores cuentan más opciones de obtener este honor

Vladimir Guerrero lidera a los candidatos de la nueva promoción para el Salón de la Fama de las Grandes Ligas de béisbol.
Getty Images

Cada principio de año es tradición que los miembros The Baseball Writers’ Association of America (BBWAA), tienen el privilegio de seleccionar a los nuevos integrantes del Baseball Hall of Fame, de la lista de jugadores que cumplen con los requisitos para ser tomados en cuenta:A) Haber tenido una carrera de 10 o más años de servicio en las grandes ligas y B) tener 5 años de retirado de la gran carpa.

Dentro del listado de los nuevos candidatos a ser considerados en la clase de 2017, destacan el boricua Ivan “Pudge” Rodríguez, considerado junto a Johnny Bench como los mejores receptores en la historia de las mayores y los dominicanos Vladimir Guerrero y Manny Ramírez, ambos con atractivos números para ser tomados en cuenta para su selección, pero que en el caso del guardabosque dominicano criado en New York, Manny Ramírez, luce empañada su oportunidad por los escándalos por el uso de sustancias prohibidas que supusieron suspensiones al jugador mientras permanecía activo.

Además de los nombrados, también estarán por primera vez en la papeleta de los electores 18 jugadores que cumplieron gestiones interesantes en sus carreras de al menos una década de duración, tales como el careta Jorge Posada de grata recordación para los fanáticos de los Yankees, el venezolano Magglio Ordoñez quien ganó el título de bateo de la Liga Americana en 2007 y el capitán de los Medias Rojas de Boston el catcher Jason Varitek, quienes probablemente reciban algunos votos para permanecer en la papeleta en las próximas elecciones (se requiere que el jugador reúna al menos el 5% de los votos de los electores para permanecer en lista), pero es poco probable que lleguen a ser votados por el 75% de los electores para ser honrados como miembros del Hall of Fame.

También formarán parte del listado de jugadores elegibles, aquellos que habiendo obtenido en elecciones precedentes el mínimo exigido, no tengan más de 10 años formando parte del listado, sólo queda excluido de esa limitación el relevista Lee Smith, otrora líder histórico de salvados con 478 rescates, que con 15 años consecutivos se apresta a su último chance de ser elegido, porque se encontraba en lista por más de diez años cuando la norma fue modificada en 2014.

Tim Raines, el veloz jugador quien se estafó 808 almohadillas en sus 23 años de carrera, está similar situación que Smith, al enfrentar su última oportunidad de ser elegido por los miembros del BBWAA, quien en 2016 lo seleccionaron 69,8% de los 440 votantes, quedando a escasos 23 voluntades para poder acceder a Cooperstown.

Otros jugadores que quedaron a las puertas de la inmortalidad fueron el inicialista Jeff Bagwell quien jugara toda su carrera con los Houston Astros y el apagafuegos Trevor Hoffman quien, con Mariano Rivera, son los únicos cerradores con más de 600 salvados en la gran carpa (logró 601 rescates). Este par de extraordinarios jugadores quedaron a 15 y 34 votos respectivamente, representando un 71,6% y 67,3% de los escrutinios, afortunadamente ambos tienen nuevas oportunidades de pasar el examen de los electores, al encarar Bagwell su séptima oportunidad y Hoffman su segunda ocasión en 2017 para ingresar al Salón de la Fama. Bagwell, es bastante probable que resulte electo por la tendencia “alcista” que lleva en el porcentaje de selección en las previas consultas y mientras que, con relación a Trevor Hoffman, a pesar de lo reticente que han sido los electores a seleccionar a cerradores, no se descarta que forme parte de los seleccionados tomando en cuenta el grupo de jugadores que se encuentran en la papeleta.

Si bien los electores tienen la oportunidad de incluir hasta 10 jugadores en su voto, no es muy común que llenen su papeleta, por lo que es importante saber con quienes se comparte la observación de los electores al momento de emitir su voto, a propósito, de lo comentado, aquellos que no salgan elegidos en 2017 y permanezcan en las papeletas, competirían por el favoritismo de los cronistas en 2018 con JIm Thome, Chipper Jones y Omar Vizquel entre otros sobresalientes jugadores y en 2019 con nombre tan destacados como Mariano Rivera, Andy Pettitte o Todd Helton.

Comentario aparte merecen aquellas grandes figuras en el baseball que tiene de hecho o de derecho vedada las puertas de Cooperstown, casos como los de Joe “”shoeless” Jackson y Pete Rose con prohibiciones expresas de las autoridades del deporte por su implicación con las apuestas o casos como los de Barry Bonds, Roger Clemens, Sammy Sosa quienes aún permanecen en las papeletas, pero que lucen destinados a no alcanzar el mínimo necesario para ser elegidos y sufrir el destino que Mark McGwire a quien se le vencieron sus 10 oportunidades en 2016 y del cubano Rafael Palmeiro que a pesar de conectar 3020 hits y 569 homeruns, fue excluido de la lista de elegibles luego que en la elección de 2014 sólo obtuviera 4,4% de los votos.

Este hecho, es la situación más controversial que existe en torno a quien merece estar en el Hall of Fame, ¿son suficientes los méritos deportivos para pertenecer al templo o hay que guardar una conducta intachable dentro de los cánones considerados por los electores?

Personalmente soy del criterio que lo que hicieron los jugadores dentro del terreno de juego es lo que debe prevalecer para su elección y que en relación con los esteroides no estaban prohibidos para la época en la cual los grandes referentes ahora cuestionados los utilizaron, por lo que no deberían ser penalizado por ello, sería como proscribir del baseball a los lanzadores que utilizaron la bola de saliva antes de su prohibición.

El pretender negar los 4256 hits de Pete Rose, los 756 cuadrangulares y 7 MVP de Barry Bonds o los 354 triunfos y 7 Cy Young de Roger Clemens es negar la historia de las Grandes Ligas. El pretender abrogarse cual juez de la moralidad, quien actuó apegado a su código de conducta además de pecar de subjetivo no es coherente al ser elegidos en su oportunidad a Cooperstown jugadores tales como Cap Anson manifiesto segregacionista quien en el siglo XIX presionó para la exclusión de los jugadores de color, o Ferguson Jenkins el lanzador canadiense que fuera acusado en 1980, de posesión de cocaína, hashish y marijuana, hechos no muy apegados a las mejores conductas, pero que en modo alguno disminuyen sus méritos deportivos que los llevaron a tener una placa en el Salón de la Fama.

Bill James, por muchos considerado el padre de la Sabermetria, ha diseñado varios patrones de cálculo para determinar en función de las estadísticas ofensivas (temporadas sobre .300, temporadas de 200 hits, temporada de 100 carreras anotadas o empujadas, temporadas sobre 50,40 ó 30 HR, totales de hits superiores a 300, 2500, de cuadrangulares de 500, 400, etc.), defensivas (número de guantes de oro, juegos jugados por posición, donde las posiciones de C, SS y 2B son las más reconocidas, etc.) y de pitcheo (temporadas de 300, 200 ponches, 25, 20, 15 victorias, temporadas con 40 o 30 salvados, totales de más de 3000 K ó 300 victorias, etc.), otorgando puntos según determinados hitos. También toma en cuenta a los ganadores de Cy Young. MVP, y novato del año para recibir puntuación.

Según esta modalidad de medición llamada Hall of Fame Monitor, le otorga una buena posibilidad de elección al jugador que acumula al menos 100 puntos y estima una puntuación de 130 como una virtual elección.

Siguiendo este patrón podemos encontrar que existen 108 jugadores y 56 lanzadores con al menos 130 puntos del Hall of Fame Monitor, de los cuales 82 jugadores y 44 lanzadores forman parte del Salón equivalente a un 76,8%, cabe señalar que dentro de los jugadores con 130 puntos que no están en Cooperstown se encuentran 15 jugadores activos o con menos de 5 años de retiro aun no elegibles al salón de la fama, por lo que el porcentaje real de efectividad es 84,6%.

Cabe señalar que, dentro de los jugadores activos, Alex Rodríguez (390 pts., 5to. del ranking), Albert Pujols (300 pts., 16mo. del ranking), Miguel Cabrera (260 pts., 22do. del ranking) e Ichiro Suzuki (234 pts., 31ro. del ranking) son los que tienen la mayor cantidad de puntos pudiendo elevar su ranking actual según el desempeño futuro que actualmente lideran el cardenal Stan Musial con 452 puntos, entre los jugadores de posición y el lanzador de los Senadores de Washington Walter Johnson, con 364 unidades como máxima estrella del morrito.

El béisbol es un deporte de tradiciones que le cuesta mucho cambiar sus estrictos patrones de conducta y sus códigos no escritos que cumplen los jugadores desde tiempos pretéritos con un particular criterio de moral, pero ignorar lo que grandes peloteros hicieron dentro de las líneas del diamante es desconocer un trozo esencial de historia del deporte.