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LIGA NACIONAL

A los St. Louis Cardinals se les empieza a agotar el tiempo

La orgullosa franquicia de Missouri se encuentra entre la espada y la pared a la hora de entrar vía Wild Card y están a remolque de Giants y Mets.

Ni siquiera un estandarte como Adam Wainwright han sido capaces de reforzar las opciones de jugar playoffs de los St. Louis Cardinals.
Thearon W. HendersonAFP

St. Louis Cardinals ha sido uno de los modelos a seguir en la Major League Baseball y no sólo en el pasatiempo nacional, sino en el contexto de los cuatro grandes deportes en toda Norteamérica. Esa excelencia sostenida con el paso de los años nunca será valorada en su justa medida, aunque siempre intentamos ponerla en perspectiva y que se pueda llegar a paladear, que nunca se sabe cuándo puede acabar.

Desde el año 2000, los Cardinals han sido capaces de lograr el pase para los playoffs en doce ocasiones. Esta increíble racha sólo se ha interrumpido en 2003, 2007, 2008 y 2010, siendo magnificada por el hecho de que St. Louis pertenece a un mercado mediano con lo que no cuenta con los recursos evidentes de los mercados más poderosos con sedes en Nueva York, Boston, Los Ángeles o Chicago, por mencionar algún ejemplo.

Sin embargo, los acontecimientos más recientes nos hacen pensar que ese póker de ausencias en postemporada se encuentra más cerca de convertirse en un repóquer.

Tras sus dos derrotas en los dos primeros encuentros de la serie de cuatro que tiene lugar en el AT&T Park de San Francisco, las opciones de los Cardinals están disminuyendo a marchas forzadas y se encuentran literalmente entre la espada y la pared, que no es el lugar donde a uno le gustaría estar.

Además, es que se trata de derrotas ante un rival directo como son los Giants, que tampoco pasan por su mejor momento, pero que han redescubierto su magia a tenor del 6-2 y 8-2 del marcador.

Miremos donde miremos, se comprueba que esos porcentajes no juegan a favor de la franquicia de Missouri, que se ha tenido que conformar con el cumplir el rol de mero observador en su división y que se ha visto abocado a la lucha por una de las dos plazas de Wild Card junto a Giants y New York Mets.

Si nos atenemos a Fangraphs, el porcentaje de alcanzar playoffs es de un 28% mientras que Giants y Mets tienen 80 y 84 por ciento, respectivamente. Según FiveThirtyEight, esos porcentajes son de un 24, 84 y 90.

Mala pinta sin duda.

Ya en nuestro pasado Power Ranking comentamos que parte de la culpa de las miserias de los Cards es su récord en casa, a donde acuden los llamados ‘mejores aficionados del béisbol’. Y es que sólo los Braves de 2001 han conseguido alcanzar playoffs desde el cambio de milenio con una marca negativa. Ese 40-41 no fue positivo, pero menos todavía es el actual 33-41. Aunque ganen todos los encuentros que les faltan en el Busch Stadium, sólo podrán igualar a aquellos Braves.

Este conjunto dirigido por Mike Matheny ha mostrado muchas cosas positivas, como que sus 207 home runs son la tercera marca de todas las Grandes Ligas y la mejor de la Nacional, con hasta nueve jugadores que han llegado a las figuras dobles a la hora de sacarla del campo y con cuatro que ya han llegado a la veintena (Moss, Gyorko, Grichuk y Piscotty) a los que se les pueden unir dos más en las figuras de Matt Carpenter y Matt Holliday.

No está mal para un club que quedó empatado con el cuarto más pobre hace sólo un año con San Francisco Giants con 136.

No obstante, a pesar de todo ese músculo que han lucido, la filosofía de evitar carreras que se siguió a rajatabla hasta hace una temporada, se ha hecho añicos en 2016. Es verdad que nadie esperaba que esa rotación siguiera manteniendo una insostenible ERA de 2.99, pero es que este año los titulares y, especialmente veteranos como Adam Wainwright, Mike Leake y Jaime García no han estado a la altura de las circunstancias.

Modelos de consistencia a lo largo de los años, los tres han escogido el peor momento posible y han cosechado algunas de las peores efectividades de la liga. Tan desesperado es el momento actual que hasta Jaime García ha sido relegado al bullpen, que es un descenso de categoría en toda regla.

La patata caliente ahora recae en los jóvenes y talentosos brazos de Luke Weaver y Alex Reyes.

El calendario tampoco les da un respiro a los Cards, siendo el más complicado entre los tres aspirantes de la Nacional.

Si ha habido un momento en el que Mike Matheny pueda sacarse un conejo de la chistera, no hay mejor que éste.

Y nunca, nunca, nunca, demos por sentenciados a los Cardinals. No hasta que lo estén matemáticamente.