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JUEGOS PARALÍMPICOS

David Casinos: “Quizás estos hayan sido mis últimos Juegos”

David Casinos, de 44 años, no pudo revalidar el oro ganado en Londres 2012 en disco. Tras Río, meditará sobre su futuro en el atletismo.

David Casinos: “Quizás estos hayan sido mis últimos Juegos”

David Casinos, acostumbrado a ganar sólo oros en los Juegos Paralímpicos, aseguró que celebra este bronce como si fuera un oro. El atleta valenciano, guiado por su mujer, Celia Maestre, hizo su mejor marca personal del año, 38:58, pero no fue suficiente para colgarse el oro. El campeón, el héroe local, Rodrigo Silva, puso el listón altísimo e hizo un lanzamiento de 43.06, que fue récord paralímpico. El italiano Oney Tapia, plata, hizo 40.89.

El lanzador valenciano hizo un balance positivo, aunque dejó entrever que estos podrían ser sus últimos Juegos Paralímpicos e, incluso que podría participar en otro deporte:

"Estoy viviendo un quinto sueño hecho realidad. Es una medalla de bronce, no de oro como queríais, pero es muy difícil estar arriba. Uno se hace mayor y hay que dejar relevo para las nuevas generaciones, como hoy el italiano. El brasileño ha estado muy potente. Estoy feliz porque han sido cuatro años muy duros, muy intensos y sólo puedo dar las gracias por lo que estoy viviendo, que es una medalla de bronce y un gran podio en Río de Janeiro".

Sus planes para Tokio quedan ahora en suspenso: “De aquí a Tokio lo estamos viendo. También tengo que saber decir adiós porque en algún momento me voy apagando poquito a poco. Quiero hacer otras cosas en el deporte, desde la grada o desde otro sitio, y eso también hay que saber decir adiós. Lo que sí que necesito ahora es tener espacio en el atletismo. Necesito tiempo, iré a casa, tomaré la decisión y posiblemente estos sean mis últimos Juegos como atleta, quizás en otro deporte no. No lo sé. Estoy muy feliz”.

Pese a haber conseguido su mejor marca personal del año, David hizo autocrítica: "No he tenido muy buenas sensaciones ahí abajo. He intentado buscarlas pero no ha salido. Uno lo da todo. No tenía ningún nervio en la Villa pero han aparecido aquí porque veía que podía quedar cuarto, quinto y lo que no quería era volver sin una medalla. Hubiese sido un poco doloroso porque hay mucha gente que han depositado en cada deportista un poquito de sus sueños y eso hay que agradecerlo y si es con una medalla, mejor".

Fue un momento especial para acordarse de su hija Cayetana, de dos años: “Es un bronce con color de oro. Estoy en el podio y eso tiene mucho valor.

Es la primera medalla para Cayetana y tengo pocas medallas de bronce en casa y también está bien tener alguna de bronce. Cayetana lo que esperaba era una medalla y cuando la vea todo esto va a cobrar mucho más valor aún.

Todos nuestros sueños recaen en este trozo de metal. Hay muchos que llegamos, otros no y hay que estar aquí, vivirlo y darle valor cuando consigues cualquier medalla”.

"Puede ser un gran momento para dejar el atletismo. Si siguiera hasta Tokio podría ser peor o mejor. es el momento de estar tranquilo y tomar decisiones. Voy a estar al lado del deporte porque mi vida pertenece al deporte".