A.J. Green y Andy Dalton rescatan a los Bengals ante los Jets

Hay momentos en que las estrellas te tienen que sacar las castañas del fuego. Para eso son estrellas. Cuando el equipo está superado por el rival y todo pinta negro, es bueno mirar hacia los mejores jugadores y rezarles como si perteneciesen al santoral. Es probable que los Cincinnati Bengals no encajen en ese tipo de escuadras, pues su fortaleza es el grupo, pero hay días en los que sólo salve rezar. Por eso es bueno contar con San A.J. Green.

Los Bengals salieron del estadio de los New York Jets con una sufrida victoria por 22 a 23 gran parte de la culpa corresponde al receptor estrella, a uno de los mejores de toda la NFL. 180 yardas en 12 recepciones lo dicen todo. Pero hay que añadir que Andy Dalton, en esta ocasión, estuvo cerca del nivel de su mejor hombre en ataque: tras el primer cuarto tan sólo falló tres pases y concluyó el encuentro con 366 yardas, con 23 de 30 pases completados y un TD de pase, al propio Green.

Necesitaron esas heroicidades porque la gran protagonista del partido fue la línea defensiva de los Jets. El trío formado por Wilkerson, Williams y McLendon vivió en el pocket rival. Siete sacks adornan su estadísticos, más de los que había concedido Dalton en su carrera. Pero, además, fueron una fuerza disruptora que cambió drives uno tras otro. Su labor debió dar la victoria a los Jets en una tarde normal.

Pero, para su desgracia, la secundaria no acompañó. En absoluto. Revis se vio superado como muy pocas veces en su carrera. Y el resto del grupo no pudo limitar el ataque de los Bengals las pocas veces que los hombres de la línea no acabaron con la jugada.

En el ataque de Nueva York las cosas eran bastante más simples. La defensa de Cincinnati tuvo una primera parte mediocre en la que se vieron superados. Matt Forte, en su debut con los Jets, sumó 155 yardas totales y desquició a los bengalíes.

Claro que la segunda parte fue otra historia, con Geno Atkins apareciendo más a menudo y, en general, las trincheras comportandose mejor.

El partido se fue a los instantes finales con todo por decidir, pero con la sensación de que el mayor talento del ataque de los Bengals se alzaría con la victoria. Así fue. Brandon Marshall tuvo una bola, una potencial recepción de 25 yardas que hubiese cambiado las cosas, pero el balón se le cayó y obligó a la heroica final en manos de Fitzpatrick... que acabó con una intercepción que selló el resultado.

A.J. Green y Andy Dalton respondieron a los rezos de sus compañeros. El equipo, en general, se vio superado por el despliegue físico de los Jets, sobre todo con una OL que las pasó canutas. Pero es lo bueno de tener en tu plantilla a grandes estrellonas: que te resuleven hasta los días en que menos lo mereces.