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FALCONS 24 - BUCCANEERS 31

Un sobresaliente Jameis Winston liquida a los Falcons

El quarterback de Tampa Bay presentó su candidatura a uno de los jugadores del año con una exhibición sobre una buena defensa de Atlanta.

MadridActualizado a
ATLANTA, GA - SEPTEMBER 11: Jameis Winston #3 of the Tampa Bay Buccaneers calls out to the offense against the Atlanta Falcons at Georgia Dome on September 11, 2016 in Atlanta, Georgia.   Kevin C. Cox/Getty Images/AFP
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Kevin C. CoxAFP

Tras lo visto en la pasada campaña, hay una sensación en el entorno de los Tampa Bay Buccaneers de que en Jameis Winston no tienen sólo lo que se llama un quarterback franquicia sino una legítima estrella de esta NFL. Pues bien, si por la primera jornada de su segunda temporada en la liga debemos guiarnos, esa sensación está más que justificada. El runrun de que estamos ante un talento muy especial debe incrementarse. La victoria por 31 puntos a 24 ante los Atlanta Falcons es un testimonio de su grandeza y, mejor aún, de su potencial.

Winston jugó un partido magnífico. Pleno de coraje, de decisión, de precisión, de valor y de arte. Lo tuvo todo. Y para que eso sea posible han de darse algunas circunstancias adversas que necesiten ser peleadas. Sino, no tendría ningún mérito.

La primera de estas circunstancias fue la presión que vivió en su pocket. La OL de los Buccaneers sigue teniendo esa etiqueta tan poco halagüeña de 'joven' o 'en formación'. Mal asunto, en general, cuando los calificativos que te dedican son esos. Pero son merecidos. Jameis tardó en acostumbrarse a vivir en permanente peligro.

De hecho, eso creó la segunda de las circunstancias: una intercepción, cometida desde su propia end zone, que es pecado mortal en un QB. Le envió la pelota a Trufant y puso en bandeja el liderato a los Falcons.

Fue en el siguiente drive donde comenzó la exhibición del QB. Con el momentum a favor de Atlanta, con los pass rushers echándole el aliento en el cogote, se sacó de la manga un par de pases milagrosos a Doug Martin que viraron el sentido del partido. Tanta confianza cogió que ya no la abandonó.

A partir de entonces los Falcons fueron a remolque hasta ponerse 13-31 abajo en el marcador. Para ese momento Winston ya había encontrado un socio más allá de Doug Martin: Mike Evans. El sensacional receptor atrapó un magistral pase de TD. Acabó la jornada con 99 yardas y con la sensación de ser mucho más que sus parejas en la secundaria de los Falcons.

Jameis completó cuatro pases de TD. El citado a Evans, una maravilla a Sims y dos preciosidades a sus tight ends, Myers y Sefarian-Jenkins, sobre todo este último.

Es justo decir que los Falcons, ya superados por el huracán Winston, y con el marcador en una montaña casi inabordable, no se rindieron y siguieron peleando hasta el final. Matt Ryan encontró en Tevin Coleman un emparejamiento siempre favorable, y buscó a Sanu, su nuevo fichaje en el cuerpo de receptores, con fruición.

Pero, a la hora de la verdad, en plena remontada, el que apareció fue Julio Jones. Dio un susto el gran receptor, con una jugada en la que su maltrecho tobillo sufrió más de la cuenta, y anduvo renqueante el resto del último periodo, pero eso no impidió que el terror entre las filas de los Bucs fuese notable.

De nada sirvió, al final, pues los Falcons se quedaron en la orilla de su remontada en un drive final en el que Lavonta David y Kwon Alexander, ambos hiperactivos durante toda la tarde, tuvieron la última palabra en la defensa de Tampa Bay.

Los Buccaneers empiezan la temporada con una fantástica victoria ante un rival divisional. Pero, quizás, más importante que eso es que comenzaron con la confirmación de sus sospechas: en Jameis Winston hay una enormidad de jugador.