Principales novedades en la AFC Norte para 2016
En la NFL tan importante es perseverar en lo que funciona como perfeccionar nuevas fórmulas con las que sorprender a los contrarios. En esas está la AFC Norte.
Nunca he sido buen jugador de naipes. Quizá, mi natural carácter latino me lleva a ser incapaz de disimular las emociones, lo que es fatal en estos mal llamados juegos de azar. Por eso admiro a quien es capaz de hacerlo. Como los equipos de la NFL en pretemporada, quienes como avezados jugadores de póker, son capaces de probar su juego sin enseñar todas las cartas; de ocultar las intenciones en cada mano, pero a la vez, mantener su estilo distintivo. Como reyes del disimulo, aprovechan estas pachangas veraniegas para discernir quiénes de las nuevas adquisiciones son capaces de adaptarse a sus esquemas, pero sin dar excesivas pistas a los rivales. Maestros tahúres de la apariencia, que sólo muestran lo que quieren que veamos.
Un buen ejemplo serían los Bengals. Nos hacen creer que tratarán de solucionar la marcha de sus receptores con la llegada del veterano LaFell y sangre nueva reclutada en el draft, cuando en realidad, lo que nos ha esbozado su ofensiva, es que esta supuesta falta de producción la suplirán con una mayor intervención del RB Bernard en el juego de pase, ya sea en jugadas de screen, o directamente abierto a una banda. En defensa por el contrario hay poco que innovar. Simplemente, insistir en lo conocido: mucha presión de los cuatro de la línea defensiva para encubrir las carencias de una secundaria mermada por las lesiones y la falta de liderazgo.
En los Steleers, lo nuevo es… lo de siempre: la necesidad de cubrir las bajas de jugadores importantes con personal de banquillo. Ya sea por retirada, lesión o sanción, es habitual que la alineación acerera presente en su debut componentes con quienes a priori no se contaba para tal responsabilidad. Aquí destaca la pericia de los entrenadores, minimizando el impacto de estas ausencias, ya sea con la sustitución directa (RB-Williams por Bell, WR-Wheaton por Bryant, TE-James por Green, OLB-Moats por Dupree…), o adaptando los esquemas a las circunstancias (CB-Gay cubriendo el slot por la lesión de Golson, pasando Burns al exterior). Caras y posiciones en apariencia distintas para seguir haciendo lo mismo, sin que nadie note la diferencia. Pero como diestros prestidigitadores, mientras con una mano enseñan que todo va bien, con la otra no pierden de vista la necesidad de reforzarse ahí donde se aprecian lagunas, como el puesto de QB suplente (Mettenberger) o la secundaria (traspaso por el CB Gilbert).
Los Ravens presentan como mayor novedad la oportunidad de ser el equipo que quisieron y no pudieron en 2015. No os fieis de las apariencias, se parecerán muy poco a los del año pasado. Como un secreto que no quisieran desvelar, en la ofensiva empezará a notarse por fin la impronta de su coordinador. Nada de más pases a la zona intermedia que no iban a ninguna parte. La presencia de una amenaza profunda como Wallace (e incluso Perriman) permitirá a Flacco alargar el campo y evitar que se sature de defensores la zona de influencia de su renovado cuerpo de corredores. La defensa, recuperados sus rushers, retomará la intensidad perdida, amparada por la seguridad que transmite Weddle desde su llegada a la secundaria.
Por razones obvias, todo en Cleveland será distinto este año. La profunda revolución llevada a cabo, limpiando de la plantilla veteranos sobrepagados o no comprometidos, nos deja unos Browns con renovada actitud. En ataque aún es pronto para que Hue Jackson nos desvele el arsenal estratégico que atesora su imaginación, pero seguro que podremos reconocerlo en algunas formaciones originales. Mientras tanto, podemos apostar por numerosas jugadas de option donde Griffin demuestre su habilidad en esta acción, pases rápidos a Coleman para que luzca su elusividad, o bombas a Pryor y Gordon para estirar las defensas. No sé si resultará eficaz, pero os aseguro que divertido será un rato. Por su parte, la defensa descansará sobre una secundaria pegajosa que ayude al pass-rush dándoles más tiempo para llega al QB. Han apostado claramente por juventud, y sólo funcionará si hacen de la velocidad su mayor arma.
Desprendámonos de ideas preconcebidas. No cometamos el error de ver cada temporada con los ojos de la anterior, y nos evitaremos decepciones y sobresaltos. Aprendamos a identificar y disfrutar de las novedades que cada año nos depara la NFL. La AFC Norte no es una excepción.