Zack Greinke es maltratado por la ofensiva de Los Angeles

Dice el refranero español que cuando el río suena es que agua lleva. Y es que durante los últimos días los rumores que colocan a Zack Greinke de vuelta en Chavez Ravine se han multiplicado, sobre todo después de que se conocieran las negociaciones que los dirigentes de los Diamondbacks y de los Dodgers tuvieron a finales del mes de agosto. El interés de los angelinos era la de recuperar a su antiguo pitcher antes del 1 de septiembre para que pudiera jugar en postemporada, pero las conversaciones no acabaron en buen puerto y de momento se ha detenido la operación, que podría reactivarse durante el otoño-invierno de este año.

Cuesta decirlo, pero mucho nos tememos que la temporada de Zack Greinke no puede catalogarse más que como mala, muy mala para las expectativas que Arizona había puesto en él, registrando una ERA de 4.54 y WHIP de 1.27, aparte de perderse mes y medio de competición por lesión. Fichado el año pasado por seis temporadas, la idea de los de Phoenix era que el lanzador de Orlando fuera la piedra angular de un ambicioso proyecto que les llevara, al menos, a unos playoff que llevan sin pisar desde 2011, cuando cayeron por 3-2 ante Milwaukee Brewers en las Series de División. De ahí que los de Arizona no dudaran en entablar conversaciones con el único equipo que quizás pueda estar interesado en hacerse cargo de los 172,5 millones de dólares que se le adeudan al lanzador de aquí a cinco años.

De todos es sabido que los Dodgers querían que Greinke se quedara en su equipo. De hecho estuvieron negociando con él tras finalizar la temporada 2015 pero no se llegó a un acuerdo de renovación por muy poco, quizás por ese poco más que los Diamondbacks pusieron sobre la mesa y que hicieron que el jugador decidiera hacer las maletas. Ganador moral, según muchos entre los que me encuentro, del trofeo Cy Young al mejor lanzador del pasado año en la Liga Nacional que finalmente se llevó Jake Arrieta, la dupla que formaba con Clayton Kershaw como punta de lanza de la rotación de los Dodgers era letal para los equipos rivales, y a eso se aferran en el equipo para tratar de que vuelva a sus filas para la próxima temporada.

Ayer Greinke volvió a pisar el Dodger Stadium y su regreso no pudo ser más triunfal… para los Dodgers. Hasta cinco vuelacercas rindió el pitcher de Arizona, cuatro de ellas en una nefasta quinta entrada que enterró definitivamente las opciones de su equipo en el partido. Primero Adrián González y luego Joc Pederson, Corey Seager, Justin Turner y Yasmani Grandal consiguieron hacer contacto con la bola lanzada por Greinke para mandarla directamente a la grada. Cuando su entrenador decidió que ya era suficiente y le mandó de vuelta al banquillo, Los Angeles ya dominaba por 8-0 y el partido estaba más que sentenciado.

Aún habrá una nueva oportunidad para que el pitcher de Florida se enfrente a su antiguo equipo esta temporada, aunque esta vez será en el Chase Field. Lo que ya no sabemos es si el año que viene estos enfrentamientos los disputará con una u otra camiseta. Desde luego la gerencia de Phoenix se ha apresurado a comunicar que el jugador no está en el mercado y que no negociarán por él este próximo invierno, aunque si algo hemos aprendido en este mundillo es que este tipo de afirmaciones no significan nada que pasado mañana no se pueda modificar y que “donde dije digo, digo Diego.”

Para Arizona el traspaso del jugador significaría liberar una gran cantidad de dinero que podrían utilizar para reforzar un plantel que ha demostrado estar muy verde para pelear por la postemporada, mientras que para Los Angeles significaría recuperar a uno de sus mejores jugadores y recomponer una rotación que con Clayton Kershaw, Kenta Maeda, unos sanos Brandon McCarthy y Hyun-Jin Ryu, las nuevas incorporaciones de los jóvenes Julio Urías y José de León y pendientes de lo que ocurra en la agencia libre de este año a la que pueden acceder tanto Rich Hill como Scott Kazmir, podrían convertirse en el equipo a batir para la próxima temporada. Claro que eso pensábamos muchos de los New York Mets de este año y ya hemos visto como se han cebado las lesiones con ellos y cómo están sufriendo para poder llegar a jugar el partido de wild card, pero en principio la posible vuelta de Greinke a Los Angeles sin duda haría que los Dodgers fueran aún más favoritos que nunca a conseguir el título en 2017.