Juegan con diez en memoria de su compañero fallecido
Sam Foltz, el punter del equipo de football de la universidad de Nebraska, murió este verano y el equipo salió a jugar sin nadie en su puesto.
Ayer comenzó la temporada de football universitario de la NCAA, y una de las historias más emotivas ocurrió en el Memorial Stadium de la universidad de Nebraska.
El pasado mes de julio Sam Foltz, punter del equipo, fallecía en un accidente de tráfico. En el ambiente había una emoción palpable. Cuando el equipo tuvo que realizar el primer punt del partido sucedió lo siguiente:
Sus compañeros saltaron al campo sin nadie en su puesto. Diez jugadores de Nebraska en posición de punt pero sin nadie para recoger el balón ni para patearlo. Sus rivales, de Fresno State, se dieron cuenta de la situación y comenzaron a aplaudir. El estadio rugió con la ovación y los muchachos de Nebraska apuntaron al cielo y rompieron a llorar. La jugada se saldó con una penalización por 'delay of game' que a nadie importó, por supuesto.
Ya antes del encuentro, como se ve en la foto que acompaña este texto, un sobrino del fallecido había saltado al campo encabezando al equipo con la camiseta número 27, que es la que Foltz lucía en los partidos.
La competición universitaria en el deporte estadounidense es la que más raices sociales y comunitarias tiene. En muchos estados, en la gran mayoría de ellos, el equipo importante, esencial, el que llega al corazón y el que se defiende como si fuese la honra propia, es el universitario, por delante del profesional. Tanto en football como en baloncesto. Ayer, en Nebraska, volvió a quedar claro este extremo en el homenaje a Sam Foltz.