A Ruth Beitia le espera un segundo diamante en Zúrich
La española se llavará la joya y los 40.000 euros si termina entre las cinco primeras. La santalucencense Levers Spencer, única rival. Ruth Beitia se retira
Un diamante espera a Ruth Beitia en Zúrich. Y otro diamante espera a ese diamante en Santander. Porque la cántabra tiene inmensas posibilidades de vencer en la carrera de esta competición por etapas que corona a la más regular. Carrera que ya ganó el año pasado. Diamante sobre diamante.
Ruth Beitia ganará la Diamond League en la final de Zúrich (la puntuación es doble) si acaba entre las cinco primeras, con independencia de lo que haga cualquiera de sus oponentes. De hecho, sólo tiene una: la santalucense Levern Spencer, porque ninguna de las otras rivales podría llevarse el diamante incluso si ganasen y Ruth no siquiera puntuase.
Sólo cuenta Spencer, una mujer veterana, de 32 años, sin ninguna medalla en la alta competición. Tiene una marca personal de 1,98 metros, pero data de 2010. Esta temporada ha saltado 1,96 y en la Diamond se ha mostrado bastante regular.
Pero aunque es la única mujer que puede arrebatar el segundo diamante a Ruth (1,98 esta temporada, hecho tres veces), hay otras competidoras de categoría: la polaca Kamila Licwinko (1,99), la búlgara Mireia Demoreva (1,97, plata en Río), la lituana Airiné Palsyté (1,96), la ucraniana Iryna Gerashchenko, la estadounidense Inika McPherson, la sueca Sofie Skoog y la italiana Alessia Trost (todas ellas con 1,94) y la checa Michaela Hrubá (1,93).
Ruth Beitia está haciendo una temporada maravillosa. Plata mundialista en pista cubierta en Eugene, campeona de Europa en Amsterdam, oro olímpico en Río, líder clarísima de la Diamond League. Y todo con 37 años. Ha ganado en lo que podríamos llamar dos torneos del KO, donde todo se juega en una tarde (continentales y Juegos) y es la mejor en el torneo de la regularidad, esa Diamond League en la que ha competido cinco veces y que ha ganado en cuatro: Londres, Estocolmo, Oslo y París. Y que este jueves se va a coronar con otro diamante. El segundo.