La lesión de Belasteguín, menos grave de lo que se preveía

Fernando Belasteguín se perdió la final de la Nucía, donde había ganado en 2015. El parte médico del WPT aventuraba de una lesión grave del número uno mundial, una rotura de parcial del talón, lo que podría suponer una baja de larga duración en el Circuito. El propio jugador salió a la pista para, micrófono en mano, anunciar que no se podría jugar la final en la que él y Lima se iban a enfrentar a Paquito Navarro y Sanyo Gutiérrez, los otros finalistas, en un encentro con tintes morbosos.

Sin embargo, los malos augurios se han disipado en en parte. El propio Bela comentaba hoy que "ayer estaba muy inflamado y parecía que existía una rotura, pero hoy se ha visto que no", y todo queda en una tendinitis en talón, "que se irá tratando y el viernes se verá si puedo estar listo para jugar en Montecarlo", asegura el jugador.

No sabe en qué momento se le produjo la lesión, "porque acabé bien la semifinal. Fue luego, tras la cena, cuando empecé a notar el dolor y que casi no podía caminar; y el domingo, imposible", asegura Belasteguín, quien intentó disputar la final, "pero en ese estado era imposible", además de que considera que "la salud es lo primero", y no se expondrá a que una mala recuperación o forzar para jugar un partido pueda distorsionar su carrera deportiva: "Me quedan años de pádel como para ponerlos en peligro por correr riesgos innecesarios".

De entrada, es duda para Montecarlo, pero los pronósticos del especialista que le ha visto la lesión son más favorables que la primera valoración del domingo.