Suspendido por agredir a su esposa un jugador de los Giants
Josh Brown fue arrestado por un delito de violencia doméstica reiterado en el año 2014. Ahora, la NFL le ha sancionado con un partido sin jugar.
Josh Brown, kicker de los New York Giants, ha sido suspendido con un partido sin jugar por parte de la NFL. El motivo es oscuro, pues la liga se ha mostrado opaca hasta el extremo, pero se ha filtrado que la sanción tiene relación con las denuncias de la ex-mujer de Brown, que le acusó de haberla amenazado de muerte y de ejercer también violencia física contra ella.
Según lo que la entonces esposa de Brown contó a la policia, el jugador la habría acusado de ser una cazamillonarios, la habría golpeado en el suelo estando embarazada, la habría atacado una veintena de veces y también habría amenazado al hijo de ella, de una relación anterior, de 16 años.
Esto ocurrió entre 2009 y 2014. Llegó a ser detenido en una ocasión. Sin embargo, nada de eso llegó al dominio público, más allá de alguna referencia a que "fue un día que perdí los nervios" o alguna excusa similar. Hasta ahora.
La sanción a Josh Borwn llama la atención porque esconde más de lo que enseña. No ayuda, tampoco, la ley del silencio de la NFL.
Porque tras el escándalo de Ray Rice, también agresor doméstico, la liga anda con pies de plomo a este respecto. Primero le sancionó con dos partidos, luego apareció el vídeo del golpe, la sociedad norteamericana reaccionó con repugnancia, la sanción creció a cuatro partidos, a todo un año y... no ha vuelto a jugar en la NFL.
Desde entonces han procurado no cometer esa clase de errores. Hasta ahora.
Porque este partido de suspensión, a todas luces simbólico, parece indicar que creen la versión del jugador que, siempre supuestamente, les habría dicho que su ex-mujer actúa por venganza y exagera. De la misma forma, el equipo de Brown, los New York Giants, se han mostrado cercanos a él con Ben McAdoo, entrenador jefe, diciendo que apoya al jugador "como hombre, como padre y como jugador".
Si le creen, no tiene sentido un partido de suspensión. Y si tienen dudas, menos aún, visto que en casos similares hay jugadores que se han perdido todo un año. Hasta que tengamos una sentencia sobre el asunto no se puede más que especular, que es justo lo que no debería permitir la NFL en un tema en el que ha querido mostrarse tan contundente tras sus primeros tropiezos e indecisiones.