Plan del draft Fantasy 2016 de la NFL por posiciones
La eterna dicotomía sobre receptores y corredores, cuántos y a qué altura del draft elegirles, a debate en este artículo con una conclusión clara...
Siempre fui un predicador de la flexibilidad a la hora de draftear mis equipos de fantasy. No retenerme a un plan de draft específico, adaptando mi estrategia a los jugadores que me iban surgiendo, según sus valores e independiente de sus posiciones.
Pues bien, ¡olvídate de todo eso!
Este año te voy a proponer un cambio radical de mentalidad que llevo un par de años probando en algunas ligas y que resultan ser las que me han salvado la vida en 2014 y 1015.
Esta estrategia se llama “Cero Running Backs”.
La creó un loco llamado Shawn Siegele hace tres años y se resume a olvidarse de los corredores en las primeras rondas de los drafts. Su teoría está basada en evitar la fragilidad de los running backs, siempre muy susceptibles a lesiones. E invertir las rondas altas de tus drafts a wide receivers estrellas, que son mucho más fiables y constantes.
En 2014 mis mejores ligas fueron las que elegí receptores en las primeras rondas. Y me llamó tanto la atención que decidí llevar la experiencia al extremo el año pasado, para acabar con cualquier duda o recelo que todavía habitaba mi conciencia y evitaba que adoptara esta estrategia en todas mis ligas.
De las 24 ligas de pago que he jugado en 2014, en diez utilicé el Cero RBs. En otras diez, hice al revés: cero receptores en las primeras cuatro o hasta cinco rondas. Pero en las cuatro más importantes, mantuve la idea de la flexibilidad (mejor jugador disponible), pero en dos de ellas mirando más hacia los WRs al principio.
El resultado: no he ganado ninguna de las diez de los RBs. Llegué tercero a una de las flexibles con énfasis en WRs y terminé en la mitad de arriba de TODAS las que utilicé el Cero RBs, ganando tres de ellas.
Es muy fácil entender por qué eso ha pasado.
De los diez mejores jugadores para fantasy entre WR/RB/TE de 2015, sólo uno no fue receptor. Fue Devonta Freeman, un corredor que en muchos drafts no fue ni el primer RB de Atlanta elegido. Todos los demás fueron WRs, cinco de ellos drafteados en la primera ronda – Antonio Brown, Julio Jones, Odell Beckham, AJ Green y Demarius Thomas.
De todos diez receptores que fueron drafteados en las dos primerias rondas, sólo tres no han terminado entre los 20 mejores jugadores del año, dos de ellos por lesiones serias: Dez Bryant y Jordy Nelson.
Entre los corredores, SÓLO UNO de los elegidos en las dos primeras rondas del draft terminó en este grupo de los 20 mejores, Adrian Peterson. ¡UNO!
¿Qué quiere decir?
Que la probabilidad de que los receptores que elijas temprano en tus drafts terminen con una buena temporada es brutalmente más alta que los corredores disponibles en el mismo rango.
Uno difícilmente gana una liga de fantasy con una buena primera o segunda ronda. Pero seguramente la pierde si las primeras elecciones son malas.
En medio al caos que es predecir una temporada de fantasy, el objetivo siempre tiene que ser buscar estabilidad y fiabilidad en las primeras rondas y utilizar el medio y final del draft para arriesgar.
Por eso lo que recomiendo es que pilles a tres o hasta cuatro receptores al principio y garantices tus titulares y flex. Busques un buen tight-end y quarterback en el medio del draft y, al final, arriesgues llenando tu banquillo de corredores prometedores, de preferencia que sean utilizados en el juego de pases, como Danny Woodhead, Gio Bernard, Duke Johnson o Dion Lewis.
En seguida miramos, posición por posición, qué hacer a la hora de montar tu equipo.