BÁDMINTON

Carolina Marín se come a Sung y peleará por la medalla

La onubense, muy sólida, derrotó en 45 minutos a la coreana por 21-12 y 21-16 y se medirá a la china Li Xuerui en semifinales.

Carolina Marín
rtve
Alberto Martínez
Licenciado desde 2006 pero escribiendo crónicas desde 2003. En AS desde 2005, donde informa del Espanyol y de polideportivo, especialmente de deportes acuáticos. Ha estado en tres Juegos Olímpicos, cinco Mundiales de Natación y tres Europeos. Autor del libro ‘Jesús Rollán eterno’.
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Carolina Marín oro bádminton

Carolina Marín ya está en semifinales, dispuesta a pelear una medalla que desea con todo su corazón, el que pone en cada golpe. La onubense se comió a la coreana Ji Hyun Sung, quien apenas tuvo opciones de plantarle cara, víctima de la fuerza de su oponente, de su smash y de esa velocidad con la recorre toda la pista como si fuera Rafa Nadal, su ídolo. Los berridos de Carolina en cada punto ganado retumbaron en Riocentro, ante una animosa afición española que no dejó de alentarla (21-12 y 21-16) en los 46 minutos que duró el enfrentamiento.

Con un parcial de 7-2, Marín demostró que quería liquidar el duelo por la vía rápida. Más descansada que Sung al no disputar partido de octavos de final, se aprovechó de los errores no forzados de la coreana, que estrelló dos golpes en la red y otros dos globos que se fueron fuera. Muy fina técnicamente pero con poca determinación, Sung se resarció intentando que la onubense jugara más en la red, lo que provocó algunos fallos (10-9). Lejos de venirse abajo, Marín volvió a recuperar su juego. Con un parcial de 6-0 (16-9), dejó encarrilado un primer set que cerró con 21-12.

No pudo empezar mejor el segundo set (8-0). Sung estaba siendo devorada por Marín, sin saber por dónde hacerle daño. Cada globo era una oportunidad para la campeona del mundo en 2014 y 2015. Se volvió más agresiva Sung, pero ni con esas (12-6). La onubense no tuvo bajones ni impaciencia, clave para no descentrarse en ningún momento, aunque hubo fases más delicadas (16-12) antes del desenlace. El 17-12 pudo ser la fotografía del duelo: una dejada de Marín que acabó con la coreana en el suelo y la española alzando el puño y gritando en señal de victoria. Una estampa que quiere repetir en las semifinales, el jueves a las 13:30 hora española, ante la china Li Xuerui (3ª del ránking) que derrotó en dos set a la tailandesa Buranaprasertsuk.

La única medalla que tengo es la de la virgen del Rocío”

Satisfecha por la contundente victoria ante la coreana Sung, Carolina Marín no quiere echar las campanas al vuelo por este gran torneo que está realizando, en el que todavía no ha perdido un set. “Todos me dicen que ya tengo la medalla de oro, yo la esperaba encima de la cama. La única medalla que tengo es la de la virgen del Rocío, que me acompaña siempre”, comentó.

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La onubense se sintió “cómoda” aunque reconoce que no fue “un partido fácil”. “Me sentí bien y no quise darle oportunidades, quise dejar claro que venía aquí a ganar. Fueron importantes las ventajas que tuve al inicio de cada set”, manifestó, aunque quiere centrarse en cada duelo. “Vine preparada y mentalizada. No hay que dramatizar, vine por medalla pero debo seguir pensando en ir partido a partido”. Y dejó claro que “no respeto a nadie porque yo quiero ganar”.

Marín está a gusto en la pista Riocentro, donde hay que controlar el aire. “Me apoyaron muchos españoles. La familia es importante. Supe controlar el aire que es importante. En el fondo estoy para mí es como un campeonato del mundo”.

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