Chunsong y la medalla para ayudar a su hermano ciego
La gimnasta china lloró desconsolada tras la final del concurso completo al ver que se le escapaba el bronce, que podría ayudar a financiar la operación de su hermano.


La competición de gimnasia nos ha dejado, junto con la exhibición de la estadounidense Simone Biles, varias imágenes curiosas en estos Juegos, como la grave lesión del francés Samir Ait Said, y otras bellas imágenes como el selfi entre la gimnasta surcoreana Lee Eun-ju y la norcoreana Hong Un Jong pese a las tensiones políticas que existen entre los dos países.
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Entre el potro, las asimétricas, el tatami y el caballo con arcos también aflora la curiosa historia de la china Shang Chunsong. Esta gimnasta de 20 años finalizó ayer quinta en la final de barras asimétricas y fue cuarta en la final del concurso completo, donde rozó el bronce. En esa ocasión, Chungsong no pudo contener las lágrimas al quedarse muy cerca de la medalla.
Y es que ganar una presea adquiere más importancia si cabe para esta gimnasta china. No solo por el logro deportivo, sino también por la necesidad económica. Chunsong, hija de padres gimnastas, buscaba la medalla para ayudar a su hermano, que padece ceguera parcial y que la llevaba a cuestas cuando tenían que recorrer varios kilómetros al día para poder ir a la escuela. Con la recompensa económica recibida, Chunsong trataría de financiarle a su hermano una operación para intentar recuperar la visión casi por completo y, aunque no haya logrado la presea, se marcha de Río con dos diplomas olímpicos y la admiración del público de los juegos

