Así es el ataque de los Houston Texans **

Coordinador ofensivo: George Godsey **

George Godsey quería correr, y se le lesionó Arian Foster. Quería un QB titular y dejarse de inventos, y se le entregó la batalla Hoyer-Mallett. Ahora todo eso es pasado, porque cuenta con Brock Osweiler y Lamar Miller para vivir con la tranquilidad de saber exactamente con que jugadores cuenta ya de entrada. La defensa espera una mejora del ataque.

Estrella ofensiva: DeAndre Hopkins

En un ataque limitado como pocos, DeAndre Hopkins emergió como un coloso y se metió en la conversación de los más grandes receptores de la liga. Es una pesadilla en campo profundo para los rivales.

Quarterbacks **

Tres años a la sombra de Peyton Manning y un puñado de partidos buenos, pero poco más, fueron suficientes para que Brock Osweiler se llevase uno de los contratos más polémicos de la pretemporada. Más de 18 millones de media al año, y 37 garantizados. Osweiler ya no tendrá que preocuparse por su economía, pero a cambio deberá lidiar con la presión. Ahora se espera que rinda en consonancia. Su adaptación a un nuevo sistema no debería ser compleja. El sistema de O’Brien es muy distinto del que Kubiak implantó en Denver el año pasado, pero bastante similar al que Osweiler ya aprendió con Adam Gase como coordinador ofensivo. Los Texans además parecen decididos a correr mucho más que en años anteriores. Eso serían buenas noticias.

Línea ofensiva **

Si alguien hubiera preguntado a un seguidor de los Texans hace un año si había algo que salvar de su ataque, habría contestado sin dudar que la línea de ataque. Esa misma pregunta hoy generaría muchas más dudas. El rendimiento de la línea entró en franca regresión la pasada temporada, especialmente abriendo huecos para la carrera. Y eso es especialmente doloroso para un equipo que está más cómodo corriendo que pasando. Para ponerle remedio, los Texans se han traído a Jeff Allen de Kansas y han elegido a Nick Martin, center rookie de Notre Dame, en la segunda ronda del draft. Para volver a su mejor nivel, en cualquier caso, necesitarán que Duane Brown vuelva al 100% de su paso por el quirófano. Si está en forma, puede ser uno de los mejores de la liga. Si no, toda la línea se resiente. Con Su’a-Filo, un auténtico desastre desde que fue elegido en la segunda ronda del draft de 2014, ya quedan pocas esperanzas.

Corredores ***

La lesión de Arian Foster dejó el año pasado el juego de carrera en manos de Blue. Cumplió, pero poco más. Cierto que la línea no ayudó, pero ni siquiera alcanzó las cuatro yardas de media por intento. Para solucionarlo llega Lamar Miller desde Miami. Allí acumuló buenos números, pero nunca superó los 15 intentos de media por partido. Queda la duda de si podrá soportar una carga mucho mayor, pero Houston cuenta con él como foco principal del ataque.

Receptores ***

DeAndre Hopkins se convirtió en 2015 en una de las grandes estrellas de la liga por derecho propio. Tuvo que sufrir que Hoyer y Mallet, dos de los peores quarterbacks de la NFL, se turnasen al timón del ataque. Y además las defensas rivales pudieron concentrarse en él sin miedo a que el ataque rompiera por algún otro lado: no había nadie excepto Hopkins. Aun con todo, cerró la temporada con más de 1.500 yardas de recepción. No está mal para un jugador que acaba de cumplir los 24 años y que en teoría todavía tiene su plenitud por delante. Los Texans esperan que esas cifras mejoren incluso ahora que le han buscado un compañero, Will Fuller, elegido en primera ronda desde Notre Dame. O’Brien confiará en su velocidad para estirar el campo, aunque hay dudas sobre su fiabilidad para atrapar los pases. Todavía hay esperanzas de que Jaelen Strong, elegido en tercera ronda hace un año, se convierta en otra opción fiable para Osweiler.

Tight ends *

A Fiedorowicz nadie lo confundirá con un tight end moderno. Como buen polaco del MidWest (nació en Illinois), la sutileza no es lo suyo. Los Texans le piden que ayude en los bloqueos y a eso se dedica. El tight end receptor es Griffin. En 2015 dio señales de crecimiento. No será una estrella, pero sí en una opción fiable. Pero hay dudas sobre su salud: se perdió la mitad de 2015 con una lesión en el muslo y ahora está de baja por otra en el tendón de Aquiles.

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