JUEGOS OLÍMPICOS

Miguel Cardenal: “Rondaremos las 17 medallas de Londres”

Cardenal ha permanecido toda la legislatura al frente del Consejo Superior de Deportes y la secretaría de Estado. Son los Juegos de su gestión.

Miguel Cardenal: “Rondaremos las 17 medallas de Londres”
Pepe Andrés
Jesús Mínguez
Nació en Guadalajara en 1973. Licenciado en Periodismo por la Complutense. En AS desde el año 2000, es redactor jefe de Más Deporte. Ha cubierto cinco Juegos Olímpicos y unos Paralímpicos, Grand Slams de tenis, Davis, Laureus, candidaturas olímpicas, política, dopaje o grandes combates de boxeo. Le gusta escribir de deporte y también practicarlo.
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—Los de 2012 se puede decir que no fueron sus Juegos (tomó posesión en marzo). Estos sí. ¿Los afronta con optimismo?

—Sí. Hay buenas opciones. Dentro de un orden y a excepción de Gómez Noya, Sancho Lyttle o el estado de Rafa Nadal, nos han respetado las lesiones. En Londres, los resultados fueron más consecuencia de gestores anteriores.

—Tras las dificultades de la crisis, ¿esperaba llegar a Río 2016 con el horizonte de igualar las medallas de Londres?

—Las becas ADO se han mantenido. Se han lanzado programas de incentivos fiscales como el ‘2020’, otro para la mujer con Iberdrola que dará mucho dinero, LaLiga también ha aportado mucho… Se ha mantenido el tipo. En septiembre de 2012, cuando supimos la reducción de presupuesto para el año siguiente, todo era muy incierto. Podía pasar que muchas federaciones no superaran los planes de viabilidad porque estaban en muy mal estado económico. Nos podríamos haber arrugado por las dificultades, pero ahora hay que estar muy contentos.

—Los técnicos del CSD identificaron en un estudio 46 posibilidades de medalla. No es que se vayan a ganar tantas, quizá no se entendió bien.

—(Se ríe). No, claro. Cada previsión de medalla no tiene el mismo porcentaje de convertirse en éxito. En Londres, los técnicos pronosticaron 14,4 y hubo 17. Para Río es un poco superior, así que, si hay suerte como en 2012, el resultado puede ser algo mejor. Rondaremos la banda de las 17 de Londres, un poco por arriba.

—Alejandro Blanco, presidente del COE, emplea siempre el término “milagro” para referirse a los resultados. Por el ratio inversión-medallas. ¿Es acertada esa expresión?

—No quiero discrepar... Hay que estar contentos de un sistema de becas que no tienen en otros países, y de la financiación a las federaciones, aunque este ciclo haya sido más complicado. Tiene más mérito lo que se ha conseguido. El modelo de Barcelona 1992 no remite a milagros, tiene bases científicas y una financiación razonable, que no viene sólo del Estado. También se invierte en centros de alto rendimiento. En la Blume hay 200 deportistas viviendo con todos los gastos pagados, en Barcelona también, y hay centros de tecnificación en las comunidades, que también dan sus becas. Hablar de milagro cuando hay empresas que ponen 10 millones de euros en el ADO pueden entenderse como despectivo. Ha llegado dinero de las quinielas, del fútbol… y es importante el programa Podium de Telefónica y el COE. Yo no hablaría de milagro.

—De los 70 millones de euros de subvención a todas las federaciones (olímpicas y no olímpicas) en 2011, antes de Londres, a los 46,1 de 2016 sigue habiendo mucha diferencia. Pero los resultados en el ciclo se han mantenido. ¿Se estaba malgastando dinero?

—Prefiero decir que la mejora en la gestión va a tener un reflejo positivo en los resultados. Estoy seguro.

—Hablamos de dinero para la élite. ¿No cree que la base sí se podría resentir?

—Comparando los resultados de los júnior en este ciclo, no hemos bajado. Es verdad que en algunas cosas hemos gastado menos. Pero pongo el ejemplo del hockey, que iba con los júnior al extranjero a un hotel de 4 estrellas. Ahora van a casa de los anfitriones. Eso ya lo hacían en el Reino Unido y no tienen una mala financiación. Hemos aprendido a ahorrar en gastos que no son imprescindibles, y los primeros en el CSD.

—En Londres, 11 de las 17 medallas fueron de mujeres. En Río parece que seguirá la misma tónica. ¿Cuál es su análisis de esta explosión?

—Se han roto barreras. Se ha pedido sensibilidad a las federaciones con algo que era de justicia: dar el mismo trato a deportistas masculinos y femeninos. También hemos exigido que entraran mujeres en las directivas y órganos técnicos. La apuesta igualitaria permite que dispongan de medios que se les negaban y demuestran que cuando los tienen, el talento luce.

—Cuando Río obtuvo los Juegos, Brasil era un país boyante. Ahora, está inmerso en una crisis enorme. ¿Afectará a la competición?

—Es una inquietud que existe. Ha habido un impeachment contra la presidenta Rousseff, la contestación social es importante, la economía no es la de 2009 y buena parte de la población no considera adecuadas las inversiones. Se vio ya en el Mundial de fútbol y no hay que extrañarse de que pudieran producirse circunstancias indeseadas. Siendo positivo, confío en la hospitalidad de los brasileños y sabiendo que el mundo les mira no aprovechen para exteriorizar su disgusto.

—La imagen de los australianos abandonando la villa no fue muy edificante…

—Es la mayor competición del mundo y es exigible por parte del COI que los deportistas estén en las mejores condiciones. Recuerdo en la candidatura de Madrid 2020 que la mayor preocupación era que tuvieran una experiencia maravillosa. Ahora hay circunstancias en Brasil que van a provocar que para algunos no sea tan maravilloso. Más allá de la villa, el estado del agua en la vela ya no tiene remedio.

—Una frase que se escucha ahora por la calle es “con lo bien que hubieran estado los Juegos en Madrid…”.

—¡No vamos a llorar por la leche derramada! El COI eligió mayoritariamente Brasil y hay que apechugar. Ellos y los organizadores se deben desvivir para que un trabajo de cuatro años de un deportista no se vea afectado por causas ajenas.

—Es difícil justificar unos Juegos en un país tan peligroso. Se registran, en el Estado de Río, 14 asesinatos y 320 robos al día. ¿Le preocupa la seguridad de la expedición?

—En la villa parece estar garantizada, a pesar de que hayan robado a los australianos. Asuntos Exteriores ha hecho unas recomendaciones claras y hay que seguirlas. Río no es Madrid. A la hora de celebrar una medalla, mejor guardar las energías para España.

—El zika ha pasado a un segundo plano, pero existe.

—No parece un tema grave de salud individual ahora mismo. Simplemente hay que seguir las pautas. Ha viajado mucha gente antes de los Juegos y la tasa de incidencia es escasa.

—¿Vio peligrar la participación de Pau Gasol?

—(Silencio) No me puedo imaginar algo más fuerte para él que el deseo de representar a España en unos Juegos. Pero como persona responsable, deseaba que toda la expedición tuviera la máxima información, estuvieran concienciados del problema y hubiera unas condiciones mínimas para que no fuera imprudente acudir.

—¿Usted también es de la opinión, como la Agencia Española Antidopaje, de que el castigo a Rusia por dopaje debía alcanzar a todos sus deportistas?

—Es difícil. Hay que hacer todo lo posible porque ningún atleta tenga que competir contra otro sucio. Pero llevarlo hasta el punto de expulsar a Rusia... No me veo capacitado para dar una opinión. Este caso va más allá. Es un desafío a todo el sistema antidopaje a nivel mundial y hay que estudiar cómo ha podido llegar a pasar algo así. Tan grave es que sucediera como que no fuéramos capaces de detectarlo hasta que no se publicó un reportaje de una televisión alemana.

—¿Qué se ha hecho para garantizar la limpieza de los deportistas españoles?

—En coordinación con las federaciones internacionales, todos han pasado un mínimo de dos controles en los últimos dos meses. Algunos, tres o cuatro.

—¿No ha afectado la suspensión del laboratorio de Madrid? ¿No se ha encarecido todo el proceso de análisis?

—Sí ha afectado, los controles son más caros y ha obligado a maximizar la inversión.

—El ADO ha pasado de 51 millones para Londres a 31 este. ¿Está en peligro? Además, RTVE no emitirá ya Tokio 2020, que pasa a manos de Eurosport, y no se podrá dar visibilidad a los socios…

—RTVE ya había reducido su aportación de forma sensible, pero no ha faltado dinero para becas. Trabajamos ya en un modelo y cuando volvamos de Londres lo plantearemos.

—Lo que sí han encontrado es un gran aliado económico en LaLiga. ¿Cómo convenció a Javier Tebas?

—Se han dado cuenta de que les beneficia mucho. El problema de la financiación del deporte español pasaba por el fútbol. Vamos a recibir este año, por el nuevo decreto de reparto de derechos de televisión, más de 20 millones de euros. Más de la mitad de lo recaudado por ADO en todo el ciclo. He encontrado a un dirigente sensible a la situación del país y con responsabilidad social.

—El fútbol no está en Río. En Londres cayó en la primera fase. Las chicas avanzan pero no llegan. ¿Qué ocurre?

—Bueno, en cierto modo estará por esa ayuda de LaLiga. En 2016, aparte del decreto, ha dado ya seis millones de euros a otros deportes. Pero es una pena. Sobre todo por el femenino, al que dedicamos muchos esfuerzos y se merecían un espaldarazo para crecer.

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—En Río pasará muchas horas junto a Alejandro Blanco. ¿Ha mejorado su relación?

—(Sonríe). Tenemos un reto: estar a la altura de nuestros deportistas. Y se merecen que en Río se hable estos días sólo de ellos. Nuestra obligación es no crear ningún problema, y sólo nos desviviremos por darles soporte.

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