Belasteguín y Lima no dieron opciones a Navarro y Sanyo
Se adjudicaron el Open de Canarias, su sexto título de la temporada, con un 2-0 rotundo por la manera de conseguirlo: 6-0 y 6-4
"Quiero que la gente sepa y que los periodistas lo escriban, que mi compañero tiene unos huevos enormes". Así se despachó Fernando Belasteguín cuando acabó la sexta final, y el sexto título de la temporada para él y para Lima. Y es que Pablo estuvo a punto de causar baja para el choque de esta mañana: "El sábado fuimos al médico, y dijo que podía jugar la final con esfuerzo. No quería privar a la afición canaria de este partido". Y Pablo Lima jugó, aunque no estuvo tan activo como en los partidos anteriores, pero eso fue un acicate para Belasteguín, que corrió por los dos, que llegó a todas, y que salvo algunos borrones, contados, estuvo a ese nivel en el que es imposible que se le pueda igualar.
Por eso la pareja número uno volvió a barrer a la número dos, por eso en el primer set el sevillano Paquito Navarro maldecía su suerte mientras el argentino Sanyo Gutiérrez trataba de calmarle, porque el español bramaba, y, como en la final de Las Rozas, buscaba explicaciones a cómo era posible que Bela y Lima encadenasen un juego tras otro sin ceder, sin presionarse cuando él y su compañero tenían ventaja y se la acababan arrebatando. Un 6-0 inicial para despejar todas las dudas, un golpe en la mesa, un taconazo militar, porque eso dejaba claro que los números uno mandaban. ¡Y de qué manera!
Luego, un 2-0 inicial en el segundo set, y partido resuelto. Intercambio de juegos, y 6-4. Otro título más, otra final ganada por Bela y por Lima, seis de seis en siete torneos. Y otra jornada más para derribar el aliento de Paquito y Sanyo, que si el saque, que si la pista, que si las bolas, el caso es que 27 remates ganadores de los vencedores, frente a 11 de la segunda pareja, dicen mucho de la diferencia en la final.