El paralímpico Molina, a un suspiro de vencer al ascensor
El elevador, situado junto la playa getxotarra de Ereaga, le venció por seis segundos (tarda 41 en hacer el recorrido). El triatleta piensa ya en nuevos retos
El deportista calificó el ascenso de duro. En efecto, superó zonas con piedras y agujeros que marcan el ascenso y con los que hay que tener cuidado al pisar. Mucha gente pudo asistir como espectadores al intento. A los 22 años, Dani Molina sufrió un accidente de moto que casi le cuesta la vida. Perdió la pierna derecha por debajo de la rodilla y después de 14 operaciones y un año de recuperación pudo volver a andar. Desde entonces volcó su vida en el deporte, primero en el esquí acuático, el windsurf y el esquí hasta que logró una beca para los Juegos Paralímpicos de Atenas 2004. En 2011 se fabricó una prótesis para salir en bici de montaña y poco después una para correr hasta engancharse al triatlón. en un año y medio logró ser campeón del mundo de acuatlón y subcampeón del mundo de triatlón. El pasado lunes conquistó la medalla de bronce de paratriatlon en Rotterdam en la misma prueba en la que Rakel Mateo acabó séptima después de una desafortunada rotura de sus muletas.
Este mediodía ha encarado el primer Desafío Thyssenkrupp, contra el ascensor inclinado de la playa de Ereaga, en el municipio vizcaíno de Getxo, en plenas fiestas patronales de Algorta. Ha sido utilizado por más de 100.000 personas y justo cumple una década de funcionamiento. Tarda 41 segundos en hacer el recorrido. El objetivo era disfrutar del deporte durante las fiestas de Getxo y demostrar que thyssenkrupp hace la vida mejor y más fácil de los vecinos de esta localidad.