Toni Bové: El único español con nueve Juegos Olímpicos

Solo tres atletas en el mundo tienen nueve o más participaciones olímpicas: el canadiense Ian Millar (Hípica) con once; el austríaco Hubert Raudaschl (Vela) y el letón Afanasijs Kuzmins (Tiro), ambos con nueve.

 Pero un español, el barcelonés Toni Bové que hoy, 28 de julio, partirá hacia Río de Janeiro como fisioterapeuta del Comité Olímpico Español, tomará parte en sus novenos Juegos, siendo el primer representante de nuestro país que llega a esa cifra.

Casado y con cuatro hijos: Christian (41 años), Eva (40), Mireia (18) y Toni (15), el pasado mes de junio, pocos días después de cumplir 64 años, el FC Barcelona le comunicaba que, después de 34 años como fisioterapeuta del primer equipo de baloncesto, no seguiría la próxima temporada.

A partir de la próxima temporada formará parte del proyecto Barça Universitas que tiene la misión principal de consolidar al FC Barcelona como referente mundial en la generación y la transmisión de conocimiento en materias relacionadas con el deporte.

 Su prestigio va más allá de nuestro país y afirma que su trabajo no tiene ningún secreto ya que: "Lo más importante pata ser un buen fisio es escuchar a la gente; formarte y tener sentido común. No te compliques la vida porque lo fácil es siempre lo mejor. A mí educaron así y gran parte de mi formación ha sido hecha fuera de aquí. Yo iba fuera a ver que hacían otros que no hacia yo"

 Su lema profesional es simple: "Primero, trabajar; segundo, estar al día y tercero, adaptarse a todas las circunstancias que se den", revela.

En 1984 le llaman para ir a los que iban a ser sus primeros Juegos Olímpicos en Los Angeles. "Eso cambio mi vida profesional porque era la primera vez que iba a Estados Unidos, vi como trabajaban allí y conocí a mucha gente. Tuve un verdadero ángel de la guarda en Roger McCann, un exárbitro profesional de la NBA que fue mi guía en Estados Unidos. Desde entonces cada año he ido allí para aprender".

Dice que los Juegos de Río serán los últimos y cuando se le habla de la inseguridad, del virus Zika o de la contaminación de las aguas de la Bahía de Guanabara, el indica que: "Yo estaré dentro de la Villa Olímpica y no creo que allí pase nada. Habrá que ver las cosas sobre el terreno e ir con el máximo cuidado en todos los aspectos. Lo cierto es que voy con mucha ilusión y convencido de que lograrán unos buenos Juegos. Los atletas deben estar tranquilos."

 Sobre su trayectoria olímpica explica que: "He estado siete olimpiadas trabajando para el Comité Olímpico Español, dos para el comité organizador en Barcelona 92 y Atlanta 96 y dos Juegos del Mediterráneo con el COE. Como Comité Olímpico atendemos a todos los atletas de todos los deportes que están en la Villa Olímpica, tengan o no fisioterapeuta o médico. Hay equipos de deportes menores que vienen sin nadie y hay que tratarlos como al mismo nivel que al resto. Para esto estamos".

Tras cuatro décadas de trabajo se ha ganado un merecido prestigio no solo en nuestro país , sino internacionalmente, siendo el único fisio español que es miembro honorífico de la Asociación Nacional de Fisioterapeutas Deportivos de Estados Unidos e Italia.

Es una de las pocas personas que tienen la insignia de oro y brillantes del RCD Espanyol, donde fue jugador de su equipo de baloncesto en la década de los setenta, y del FC Barcelona, club en el que prestó ininterrumpidamente sus servicios desde 1982 hasta el mes pasado en su sección de baloncesto.              

Durante su dilatada carrera ha colaborado con las selecciones españolas de béisbol, hockey y baloncesto. Fue el fisio personal de Juan Antonio Samaranch durante casi una década.

 Pero no se contenta con ejercer su profesión, sino que cuando tiene ocasión, también dedica su tiempo a la docencia en la Universidad y escribir libros. Uno de ellos El vendaje funcional tuvo seis ediciones y casi las mismas El cuidador deportivo.

También fue fisio del COE en los Juegos del Mediterráneo de Almería 2005 y Pescara 2009.  Está en posesión de la Medalla de Bronce al Merito Deportivo (2006) y la Medalla Pierre de Coubertain del Comité Olímpico Internacional (2011), una distinción muy especial ya que en raras ocasiones se concede a un no deportista.

 "Dijeron que fue el reconocimiento internacional de mi trabajo, pero para mí fue el reconocimiento personal de Juan Antonio Samaranch hacia mí. Fui su fisio durante casi diez años. y más que tratarlo, él me enseñaba a mí y me explicaba cosas del olimpismo; era todo un máster acelerado en deporte", comenta Bové.

  "Nuestro trabajo se valora por las veces que salimos al campo o a la pista cuando un jugador cae. No se valora el que antes de un partido estés una hora y media preparando a un jugador o que cuando hay un entrenamiento, una hora antes ya estás en el vestuario y cuando acaba el entrenamiento te quedas de nuevo en el vestuario para ver como ha ido. Puedes estar diez minutos solo para vendar a un jugador o 45 para darle un tratamiento completo, todo está en función de lo que necesiten".

 En cuanto a los deportistas actuales considera que: "Ahora los deportistas van con mucho más cuidado a nivel físico que antes porque su vida deportiva es también más larga, el caso de Pau Gasol es el ejemplo, Tampoco los partidos eran tan duros y las temporadas no tan largas. Ahora el jugador tiene mucha conciencia de que debe cuidarse, muchísimo",               

Una nota de prensa de apenas cinco líneas fue con lo que el FC Barcelona anunció que no seguiría como fisioterapeuta del equipo de baloncesto después de 34 años. Bové le quita importancia. "Para mi no es un final triste ni amargo. Simplemente debo cambiar el chip y tengo que aprender a hacer otra cosa que no he hecho en cuarenta años. El no estar en la dinámica del equipo se me hará extraño. El no hacer la pretemporada después de 34 años en el Barcelona será raro; es una situación nueva y, además, le debo a mi familia el poder dedicarme a ellos".

               Así recuerda su ocho juegos olímpicos

               LOS ANGELES 1984: " Descubrí un nuevo mundo"

               SEÚL 1988:  "Tristeza, pero allí viví los momentos más emocionantes de mi vida, cuando Juan Antonio Samaranch, que fue mi padre deportivo, dijo en la ceremonia de clausura \See you in Barcelona" (Nos vemos en Barcelona). Fue algo impresionante.

               BARCELONA 1992 : "Cambió el mundo olímpico"

               ATLANTA 1996:  Muy difícil. La Villa Olímpica, como en Los Angeles, no estaba hecha expresamente para los deportistas, sino que se aprovecharon las instalaciones y los dormitorios de los estudiantes de la universidad de Georgia Tech y todo fue muy complicado",

               SYDNEY 2000: "Fueron unos Juegos exactamente como los de Barcelona. Una villa olímpica fantástica, una gente con una mentalidad muy abierta y que se volcó con nosotros; simplemente extraordinarios.

               ATENAS 2004: Unos juegos diferentes porque se volvía al inicio del movimiento olímpico La ciudad fue un poco caótica y había mucha seguridad..

               PEKÍN 2008: Impresionante. Supuso conocer otro sistema de trabajo y otro sistema de vida. Los atletas podían tratarse con medicina tradicional china y con nuestra medicina. Quizás las distancias entre instalaciones eran muy largas.

               LONDRES 2012: "Fueron muy cómodo, la Villa Olímpica estaba cerca de las instalaciones y para nosotros, que vivimos en ella, fue fácil desplazarnos.