Así son las tripas de los Minnesota Vikings

Los cuernos volverán a resonar esta vez en un estadio nuevo y con ilusiones renovadas. Un equipo que aspira a todo, con Peterson de guía.

MadridActualizado a 27 de julio de 2016 15:45 CEST

LA ESENCIA DE LA FRANQUICIA: La eterna búsqueda de la victoria

Los Minnesota Vikings comparten con los Buffalo Bills el honor de ser el equipo que más veces ha estado en la Super Bowl sin poder levantar el Lombardi Trophy. Cuatro, en concreto. Hay un equipo que ha perdido más, pues los Denver Broncos suman cinco derrotas en el gran partido, pero tienen tres anillos que mostrar al mundo. Sin embargo, los Vikings estuvieron presentes en el encuentro final de la NFL en 1969, 1973, 1974 y 1976 y de todas ellas salieron escaldados. En las tres últimas su quarterback era Frank Tankerton que, de esta manera, pasó a engrosar las siempres injustas listas de jugadores con talento pero con la etiqueta de perdedores. Hace ya muchos años de aquello, y los Vikings siguen sin acercarse al triunfo, algo que les persigue como esencia de la franquicia.

Su gran leyenda: Frank Tankerton

Frank Tankerton tuvo dos épocas con los VIkings, con una ‘ligera’ interrupción de cinco años en los Giants. En 1975 fue MVP de la liga y líder en pases de touchdown. En el año de su retirada, 1978, aún tuvo tiempo de liderar la NFL en yardas.

Su mejor momento

(Por Raul Cancio) Sheb Wooley no podía ni imaginar en 1958, que su éxito musical Purple People Eater daría años después nombre a uno de los Front Four más intimidantes de la historia de la NFL. En la década de los setenta, nombrar a Alan Page, Carl Eller, Jim Marshall y Gary Larsen, era como mentar a la bicha. Alcanzaron tres Super Bowls en cuatro años, sin poder ganar ninguna. A pesar de ello, cuando la afición vikinga quiere decir sack, dice Purple Gang.

PROPIETARIO: Zygi Wilf ***

El gran sueño de Wolf de estrenar un nuevo estadio para la franquicia de los Vikings se concretará, al fin, este mismo año. Y, para celebrarlo, tienen un equipo competitivo como hace tiempo que no disfrutaban.

GENERAL MANAGER: Rick Spielman ****

Spielman es la mano derecha de Wilf desde que éste compró la franquicia. Lleva tanto tiempo aquí que se le puede achacar lo mismo los malos años que los aciertos, que también los ha habido. De hecho, y tras el final, muy abrupto, de la etapa de Bret Favre en el equipo, Spielman se ha centrado en construir un bloque sólido, sin fisuras, que les haga competidores no sólo un año en concreto sino de forma sostenible. Y, la verdad, todo apunta a que lo ha conseguido. Y eso sin gastarse la intemerata en un QB, pues a Bridgewater lo cazó en torno a los puestos 30 del draft, y sin ponerse nervioso el año que no pudo contar con su gran estrella, Adrian Peterson, por sanciones derivadas de sus actos fuera del campo. Buen trabajo el de Spielman.

ENTRENADOR: Mike Zimmer ****

Mike Zimmer ya ha cumplido con aquello que le trajo a este puesto de trabajo. Siendo un coordinador defensivo estrella, que lo era en los Bengals, aceptó el encargo de poner en el mapa a los Vikings a pesar de que no venían buenos augurios ni de la plantilla ni de la edad de su estrella, Adrian Peterson. Pues bien, eso ya lo ha conseguido. Ha transformado a la defensa al punto de hacerla una de las más temibles de toda la liga y ha asentado el ataque para que, si bien no sea algo espectacular y brillante, sí se le pueda considerar fiable y consistente. Ahora llega lo más difícil: convertir eso en un aspirante a ganar la Super Bowl. No, para eso no se le fichó, al menos en principio, pero ahora que está aquí no va a desaprovechar el momento. Uno de los mejores entrenadores de la última hornada en la NFL está ante el momento definitivo de su carrera, porque talento tiene.

ESTADIO: U.S Bank Stadium, Nueva Maravilla de la NFL

He aquí la última gran joya de la NFL. La inauguración de un nuevo estadio siempre es una gran noticia para la franquicia que lo disfruta y para todo el resto de la liga. Porque, a día de hoy, el estadio es una parte esencial de los negocios adyacentes a la competición. Como es de rigor, el estreno de un nuevo estadio lleva aparejada la celebración de una Super Bowl, algo que sucederá el 4 de febrero del año 2018. El complejo, cubierto, como es casi obligatorio en una ciudad tan fría como Minneapolis, da cobijo a 66.200 personas, ampliable a más de 73.000 en las ocasiones especiales.