Previa de la temporada NFL-2016 de los Oakland Raiders
Jack del Rio ya no tiene justificación posible para que, de una vez, los Raiders puedan formar una defensa de verdad que les abra las puertas a los playoffs.
Entre el traslado a las vegas y la reinvención defensiva
No hay nada peor que ser un equipo ‘simpático’. De esos que nadie odia. Porque eso solo tiene una explicación, y es que nadie le ve como un rival de entidad ni le tiene miedo. Y quizá eso sea exactamente lo que les esté sucediendo a los Raiders, un equipo con gran proyección, jugadores que te levantan de sus asientos y quizá el uniforme más bonito, y la afición más singular de toda la NFL, pero que no consigue terminar la temporada con récord ganador desde que hace trece años disputaron y perdieron la Super Bowl.
La consecuencia de todo eso es que nadie se los toma demasiado en serio, por mucho que parezca que este año quizá sí. Pero tal vez porque nadie se fía de Broncos y Chiefs, los auténticos gallitos de la división en los últimos tiempos, y no porque los Raiders hayan mejorado significativamente en esta offseason, que lo han hecho.
No se puede negar que Derek Carr, Latavius Murray y Amari Cooper quizá formen el tridente QB/RB/ WR con más proyección de la NFL actual; tres jóvenes que ya están abonados a la Pro Bowl. De Khalil Mack se puede decir lo mismo al otro lado del balón. Sin embargo, también hay cierto desequilibrio entre los jugadores buenos y los ‘no tanto’, un lastre que siguen arrastrando, aunque dando sus últimos coletazos, desde el ya lejano fichaje de Carlson Palmer, el último capricho del viejo Al Davis antes de morir, que impidió que la renovación de la plantilla siguiera su ritmo natural en las últimas temporadas.
Este año, además, se han retirado dos mitos, Charles Woodson y Justin Tuck, y Aldon Smith está sancionado. Tapar esos agujeros ha sido una prioridad en la agencia libre y en el draft, donde los Raiders han insistido sin complejos en reforzar línea defensiva y secundaria con fichajes y elecciones brillantes. Reggie Nelson (S), Bruce Irvin (DE) y Sean Smith (CB) fichados en la agencia libre, junto a Karl Joseph (S), Jihad Ward (DT) y Shilique Calhoun (DE) elegidos en el draft, deben revolucionar la defensa para que empiece a ser de una vez dominante. La guinda fue Osemele, para apuntalar la línea ofensiva.
Este año, Jack del Rio no tendrá justificación posible. Uno de los teóricos gurús defensivos de la NFL, y también uno de los entrenadores más insípidos, parece disponer de las armas que necesita para convertir a su equipo en ganador.
Sin embargo, más allá del éxito deportivo inmediato, la prioridad actual de la franquicia parece ser convertir en viable su traslado a Las Vegas, una idea peregrina que con el paso de los meses parece estar convirtiéndose en inevitable.
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Las tres claves del equipo por Pablo Fernández
1 La agencia libre ha supuesto el empujón final que los Raiders necesitaban para contar con una plantilla que no necesita excusas para no acceder a la postemporada. Ochemele, Smith, Irvin o Nelson dan la puntilla a un roster que posiblemente es uno de los mejores de la liga. Por primera vez en años, tanto GM como HC parece que pueden tener un futuro a largo plazo en la franquicia.
2 Tras colocarse como favoritos para conseguir una de las plazas de Wild Card de la AFC, los Raiders se vinieron abajo en el tramo final de la temporada, dilapidando así sus opciones de playoffs. La falta de experiencia en esas lides pudo costarles la postemporada, pero este año no se pueden permitir venirse abajo en los meses de noviembre y diciembre.
3 Si Amari Cooper deja atrás los problemas de concentración y de manos a la hora de atrapar el balón, tanto él como Carr pueden formar la mejor pareja QB-WR de la AFC West y una de las mejores de la liga. Ambos se necesitan para, en 2016, volver a subir un peldaño y consolidarse como dos de los mejores jugadores de la liga en sus respectivas posiciones.
Lo mejor
1 Reggie Mckenzie ha demostrado ser uno de los mejores GM de la liga.
2 El equipo no tiene ningún agujero y todas las unidades están bien cubiertas.
3 Carr, Cooper y Mack son bases sólidas para asentar una franquicia ganadora.
Lo peor
1 Al equipo le pudo la presión la pasada temporada peleando por los playoffs.
2 Cambiar la cultura perdedora de los últimos quince años no será fácil. 3 Equipo joven e inexperto en situaciones en las que el balón quema.
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