La ‘Kershaw-dependencia’ pasa factura a los Dodgers
La potencial operación en la espalda del pitcher número uno del club angelino puede precipitar los acontecimientos de cara al mercado de traspasos.
Clayton Kershaw es el mejor pitcher de este deporte. Esto es un dato objetivo y que lleva confirmado desde hace varios años, en el que está ejerciendo su particular dictadura sobre el resto de la Liga Nacional. Más allá de los múltiples premios individuales que adornan el salón de su casa, incluido un MVP, algo que no es raro cuando se habla de alguien del calibre del pitcher de Los Ángeles Dodgers. Cuando el zurdo lanza se ejercita desde el montículo, siempre existe la posibilidad de ver algo mágico, único que es a lo que nos tiene malacostumbrados el texano.
Sin embargo, Clayton Kershaw lleva sin lanzar desde el pasado 26 de junio, encuentro en el que conoció su segunda derrota del año contra once victorias, y uno empieza a pensar en la posibilidad de que haya sido su última actuación de la campaña, circunstancia que nos dejaría un vacío que difícilmente se puede llenar.
En un brusco giro de los acontecimientos, los Dodgers han confirmado que esperan que Kershaw regrese a los terrenos de juego este año, pero que “no descartan que tenga que pasar por el quirófano”, en palabras del técnico del equipo, Dave Roberts, en base a su propia experiencia personal.
A Kershaw se le diagnosticó una pequeña hernia en uno de los discos de su espalda y tras administrársele una inyección epidural, el progreso había sido tan significativo que se preveía que pudiera actuar este próximo fin de semana contra los St. Louis Cardinals, a falta de comprobar las sensaciones tras un partido simulado, que fue el momento en el que el dolor volvió al zurdo texano y todo regresó a la casilla de salida.
Afortunadamente para Kershaw, no hay daños en los nervios, pero un hipotético paso por el quirófano le obligaría a despedirse de un año que iba camino de ser histórico y en el que sigue liderando la Liga Nacional en WAR (Wins Above Replacement) a pesar de no haber jugado desde aquel partido contra los Pirates.
El mayor problema para los Dodgers sería que no tendrían a su referencia, alguien cuyos números pertenecen al mundo de los videojuegos y que le llevaban en volandas hacia su cuarto Cy Young y su segundo MVP. Los Dodgers tienen un balance cuando está sobre la loma de 14-2. Cuando alguien que no se llama Kershaw lanza para los californianos, el equipo posee un mediocre récord de 39-41.
Este último episodio no es sino uno más de la interminable sucesión de problemas médicos que están asolando a los Dodgers y especialmente a la rotación, que ha visto como el surcoreano Ryu volvía a la lista de lesionados, tras realizar su primera actuación en más de año y medio por molestias en su codo izquierdo.
Tan desesperante está convirtiéndose el escenario que hasta Brett Anderson, que se está recuperando de su propia cirugía en la espalda, se ha ofrecido voluntario a donar su espalda si con eso Kershaw evita llegar a la mesa de operaciones.
El mercado no es que ofrezca muchas alternativas, más allá de algún jugador que pueda llegar para cubrir un hueco, pero no hay nadie del nivel de Kershaw. Chris Archer, pitcher de los Rays, bien podría ser una alternativa fascinante por su talento y contrato tan favorable para el club. Su 2016 está siendo tremendamente irregular aunque parece que las sensaciones van mejorando.
Sin embargo, sólo nos queda desear buena suerte a la hora de formalizar ese hipotético traspaso sin incluir en la operación a Julio Urías ya que los Rays saben del momento desesperado por el que atraviesan los californianos, obligados a arriesgar si su as se pierde el resto del año y con la carga de ostentar el presupuesto más alto de toda la competición, uno que supera los 250 millones de dólares.