"He ido a ver a mis padres y aún pensaba que era segundo"

—Campeón de Europa de 200 metros. ¿Cómo le suena?

—Estoy que no sé ni qué decir. Son muchas emociones. Soñaba y creía en esto, pero la realidad es mucho mejor de lo que pensaba. Lloré mucho de la emoción.

—Llegó último a la recta final...

—No pensé en eso. Yo salí a ejecutar mi carrera, sin mirar rivales ni medallas. Tenía mi plan que era salir relajado en la curva y que los demás se cansaran. Después tocaba ir a tope y eso hice. Salió bastante bien, la verdad.

—¿Qué le ha parecido la descalificación de Martina?

—Cuando fui a ver mis padres todavía pensaba que era plata. Lo siento mucho por él, pero la verdad es que para mí este oro es increíble. Demuestra que los sueños se pueden cumplir si trabajas bien en ellos. Existe la posibilidad de que no sucedan, pero esta vez sí ha sido así.

—Corrió cinco carreras (dos de 100 y tres de 200) en dos días. Fue una paliza...

—Sí. Fue mucha tela la verdad, pero es un buen entrenamiento para los Juegos de Río, que son el objetivo a largo plazo. Pero el cansancio creo que ha influido a todos los atletas. Había fatiga.

—Le dedica la medalla a su abuela, que hace poco cumplió 90 años...

—Sí. Es una Roig, la madre de mi madre. Vendrá a verme a Río. Va a ser la señora más dura de todos los Juegos.

—¿Se ha sentido apoyado desde España?

—Sí. He notado muchísimo amor por todas partes desde el pueblo español. Compartir esto con ellos es algo muy hermoso para mí. Estoy emocionado.

—Ahora quedan por delante los Juegos de Río ¿qué podemos esperar de usted?

—Es el gran objetivo del año para mí, pero todavía no quiero pensar en qué voy a hacer o no. Disfrutaré primero de esta medalla de oro.