Darren McFadden se rompe el codo por... por un iPhone
El corredor de los Dallas Cowboys, en la mejor tradición de Santiago Cañizares, se ha lesionado al intentar proteger la caída de un móvil.
He tenido un deja vu con respecto al Mundial 2002. Me dicen que eso fue hace catorce años, que la gente no se acuerda, y que no se me ocurra nombrarlo en el texto. Así que no pienso recordar que, entonces, Santiago Cañizares, portero de la selección española de fútbol, tuvo que abandonar la concentración porque trato de parar con el pie la caída de un frasco de colonia y se cortó el tendón de un dedo.
O eso se dijo, vaya.
Pues, vamos con lo nuestro, Darren McFadden, el corredor de los Dallas Cowboys, estará de baja dos meses al haberse fracturado el codo. Incluso en pretemporada, las lesiones no son nada extraño en el mundo de la NFL. Lo que ya no es tan común es que la rotura se haya producido al intentar detener la caída de un iPhone.
Un esfuerzo con mal final
Al parecer, el bueno de McFadden se esforzó tanto para que no se destrozara su preciado smartphone que acabó dando el mismo en el suelo de su casa con el codo, lo que le llevó a una operación de urgencia y a tener que estar parado hasta la mitad de agosto, al menos.
No sabemos si el teléfono sobrevivió intacto o no, por cierto.
El bueno de McFadden ha tenido una carrera plagada de lesiones. De hecho, eso es lo que considero que le ha apartado de ser una verdadera estrella en esta liga, porque condiciones (y arte) las tiene todas. Pues bien, esta es sin duda el más extraño de sus contratiempos físicos.
Con todo, hay que recordar que el año pasado consiguió completar la temporada, con sus dieciséis partidos en el zurrón y sin pasar por la enfermería. Y que los Cowboys han elegido con el número cuatro del draft a Zeke Elliot, el que está llamado a ser gran corredor estrella del equipo más pronto que tarde.
No quita para que sea reseñable que Darren McFadden se vaya a perder un preciado tiempo de preparación por intentar evitar la caída de un objeto, tal y como un portero español se perdió una vez un Mundial.
O eso se dice, vaya.