Muhammad Ali fue despedido con todos los honores
Decenas de miles de fieles arroparon al mito deportivo en su último gran adiós en Louisville, donde ha habido numerosos actos.
“Muhammad Ali nos hace sentir como sería el tener realeza en Estados Unidos”, coincidían en varios noticieros del país. El boxeador leyenda fue despedido con todos los honores ayer en su Louisville, Kentucky, nativa, donde se han celebrado numerosos actos a lo largo de la semana. Ayer se llevó a cabo el último adiós, el más grande.
Un coche fúnebre, acompañado de otros 16, hizo un recorrido de casi 31 kilómetros pasando por todos los puntos más emblemáticos de la vida de Ali: desde su primera casa hasta el gimnasio donde se enfundó los guantes por primera vez.
Su féretro, de color rojo cereza y adornado con telas islámicas, salió de la funeraria alzado por figuras en fila doble tan destacadas como el actor Will Smith y los exboxeadores Lennox Lewis y Mike Tyson. Este último expresó dudas sobre si acudir o no diciendo que su “corazón no aguantaría la tristeza”, pero finalmente canceló un evento que tenía y tomó un vuelo en la madrugada desde Las Vegas.
No hubo casi punto en el trayecto sin público presente. Transmitido por todas las televisiones públicas del país, se pudo ver a decenas de miles de fieles alzando un puño al aire y, todos en sintonía, gritando: “¡Ali! ¡Ali!”.
Una vez llegados al cementerio, se llevó al cabo una ceremonia intima con los familiares del boxeador. En particular, su viuda Lonnie Ali e hijas Maryum y Rasheda. Ahí dejaron para descanso eterno el ataúd de Muhammad Ali, cuya lápida tiene la particularidad de sólo decir lo siguiente: “Ali”.
Posteriormente, el gran acto con 22.000 asistentes se llevó a cabo en el KFC Yum! Center. Primero, se leyó una carta del presidente Barack Obama, que no pudo acudir debido a la graduación de su hija Malia. Posteriormente, leyeron elogios el expresidente Bill Clinton, que le entregó la Medalla Presidencial en 2001; y amigos íntimos de Ali como el actor Billy Crystal y el el célebre periodista deportivo Bryant Gumbel. En Louisville ya descansa una leyenda.