Los Mariners ganan el partido más loco del año
La franquicia de Seattle iba perdiendo 12-2 tras la quinta entrada, pero con empuje y tesón, protagonizaron la mayor remontada de su historia.
Es habitual pensar en cualquier disciplina deportiva, que cuando un rival está ganando ampliamente a otro, el pescado ya está vendido y ya nos podemos dedicar a eso. En ocasiones eso es cierto, pero si alguna grandeza tiene el béisbol, que las tiene para todos los gustos y todos los colores, es su carácter imprevisible. Cualquier cosa puede ocurrir y eso no es que sea patrimonio suyo, pero se le acerca.
Que se lo digan a los San Diego Padres, que se las prometían muy felices cuando empezaban la sexta entrada ganando por 12-2…
Atlanta Braves-San Francisco Giants (0-6)
Cuando se habla del tema de quién es el mejor pitcher de la actualidad, los sospechosos habituales suelen ser Clayton Kershaw y Jake Arrieta, pero tal como está lanzando Madison Bumgarner, puede que tengamos que abrir la mano. El zurdo consiguió abrumar a los Braves durante siete entradas y dos tercios con once strikeouts. Y si lo anterior no fuese suficiente, logró otro home run más. Ah, y no nos olvidamos de su pedigree en octubre, que cuenta y mucho…
Houston Astros-Arizona Diamondbacks (0-3)
Los Diamondbacks invirtieron más de 200 millones de dólares en el brazo derecho de Zack Greinke para partidos como éste y, en esta ocasión, el ganador del Cy Young no decepcionó en el duelo contra otro ganador del mismo como Dallas Keuchel. Greinke tuvo su mejor actuación del año con once strikeouts en siete entradas para contener a un gran ataque texano que venía lanzado. La lástima es que Greinke no puede lanzar todos los días.
Chicago Cubs-Los Ángeles Dodgers (7-2)
Puede que Kyle Hendricks no tenga la misma reputación que Arrieta, Lester o Lackey en la rotación de los Cubs, pero si sigue así, quizás tengamos que cambiar nuestro punto de vista. Una vez más, consiguió lanzar profundamente en el choque y derrotó al jovencísimo Julio Urías sobrepasado por los bates de los Cubs, concediendo tres de los cuatro home runs del encuentro.
Baltimore Orioles-Boston Red Sox (12-7)
Curioso este deporte del béisbol. Un equipo construido para el home run como los Orioles no consigue ninguno para producir trece carreras. Un día después, consiguen siete con dobletes de Mark Trumbo y Adam Jones. Los Red Sox tienen el mejor ataque de toda la competición, pero de nada servirá si no son capaces de parar la sangría cuando no están bate en ristre.
Philadelphia Phillies-Milwaukee Brewers (1-4)
Sin tener que mirar por encima del hombro para ver cuándo le van a quitar el puesto, Jonathan Villar sigue produciendo de forma extraordinaria en el short. Tanto él como Chris Carter lograron sendos home runs para cebarse con unos Phillies que acumulan su séptima derrota consecutiva.
Cleveland Indians-Kansas City Royals (5-4)
En el inicio de lo que bien podría ser la mejor serie de todo el fin de semana, los Indians se beneficiaron de la ausencia del closer Wade Davis, que había lanzado en tres de los últimos cuatro días, para culminar la remontada contra Joakim Soria. Francisco Lindor anotó la carrera de la victoria y Carlos Carrasco actuó por primera vez desde su lesión el 24 de abril, lo que son muy buenas noticias para los de Cleveland.
Miami Marlins-Pittsburgh Pirates (4-3 en 12 entradas)
En un encuentro en los que ambos ataques se mostraron inoperantes, no logrando un hit por parte de los dos hasta la séptima entrada, Christian Yelich puso el punto y final a una notable serie por parte de los de Miami, que perdieron el primer partido para terminar ganando los tres restantes. La mala noticia para los Pirates es que cuatro titulares tuvieron que abandonar el choque por lesión y eso no ayuda de cara a mantener cerca a los Chicago Cubs.
Detroit Tigers-New York Yankees (4-5)
Menos mal para los Yankees que Didi Gregorius estaba preparado incluso en su día de libranza. Una gran actuación del shortstop evitó la debacle de los neoyorquinos y su estelar tridente en el bullpen de cara a parar su racha de tres derrotas consecutivas. Destacable fue la actuación de Michael Pineda, aunque queda por ver si tendrá continuidad.
Minnesota Twins-Tampa Bay Rays (6-4)
Siguiendo la fórmula del año pasado, un ataque razonable y un bullpen capaz de amarrar los partidos, el equipo de Minnesota comenzó una racha de diez partidos ante su público que espera darle otro aire a una frustrante campaña para los de las ciudades gemelas. Eduardo Nuñez logro un home run dentro del campo y el alemán Max Kepler impulsó las dos primeras carreras de su trayectoria en las Grandes Ligas.
Colorado Rockies-Cincinnati Reds (4-11)
Si se pueden sacar lecturas positivas, que algunas hay, en la temporada de Cincinnati Reds, es la sorprendente explosividad del bate de Eugenio Suárez. El ahora tercera base consiguió dos home runs por primera vez en su carrera y Alfredo Simón ganó por primera vez en un mes. Al ganar tres de los cuatro partidos, los Reds casi han doblado el número de triunfos como visitante tras su periplo por las Rocosas. Arenado, González y Story lograron un home run para los Rockies.
San Diego Padres-Seattle Mariners (13-16)
La montaña rusa de la temporada. Azuzados por las declaraciones de su propietario de poco tiempo antes, los Padres parecían destinados a un nuevo y claro triunfo… hasta que llegó la reacción de los Mariners. La mayor remontada de la historia de los de Seattle fue tan imprevisible que el propio entrenador local no tenía palabras al respecto. ¿Y qué dirá el dueño de los Padres tras ver este encuentro?