GIMNASIA RÍTMICA | COPA DEL MUNDO
"A veces dices 'no puedo más', pero queremos la medalla"
El conjunto, en la Copa del Mundo de Guadalajara, donde estarán muchas rivales para Río. Quereda: "Se deciden podios por 0,05, una burrada".
La fiebre de la gimnasia rítmica acabó en pocas horas, en enero, las entradas para la Copa del Mundo que se celebra de viernes a domingo en Guadalajara. En año olímpico, por el tapiz del Pabellón de Aguas Vivas pasarán casi todas las medallistas del último Mundial de Stuttgart (no está confirmada la estrella rusa Yana Kudryavtseva, aunque figura inscrita). Y entre ellas, el conjunto de España que se colgó el bronce en Alemania y rozó el metal (cuarto) en los Juegos de Londres 2012. Un ‘cinco’ que ya se recita de memoria: Alejandra Quereda (23 años), Lourdes Mohedano (20), Sandra Aguilar (23), Elena López (21) y Artemi Gavezou (21).
“En dos semanas tendremos el Europeo en Israel y luego hay más pruebas de Copa del Mundo, pero nos hace muchísima ilusión vivir una gran competición en nuestro país porque hacía muchos años que no se celebraba”, apunta Alejandra Quereda, la capitana.
Guadalajara será un buen test para evaluar cómo respiran gimnastas y jueces a dos meses de Río. “Hemos conseguido medalla en todas las competiciones a las que hemos ido. Los resultados nos avalan desde 2013, sabemos que los ejercicios gustan y lo que queda es no fallar. Para eso hay que repetir y repetir, en eso consiste nuestro deporte. En eliminar las probabilidades de fallar y en controlar la tensión”, recita la alicantina, que sabe que bailan en el filo de la gloria o el llanto: “Las medallas van a estar muy caras, porque se están ganando por diferencias de 0,05 (cinco centésimas). Es una burrada. La competición está más igualada que nunca”.
Quereda pone voz a un grupo con una media de edad de 21,6 años. Sorprende escucharla decir que son “uno de los conjuntos más veteranos”. La rítmica, aunque estira cada vez más la edad en el alto rendimiento —Carolina Rodríguez, que también compite en Guadalajara, vivirá sus terceros Juegos con 30 años— es un deporte tan exigente que pasa muchas facturas al cuerpo.
“Unos Juegos requieren mucha preparación psicológica, pero está siendo también duro a nivel físico porque llevamos muchos años en la élite y arrastramos lesiones. Muchas veces el día a día se hace duro porque entrenas con dolor. Pero queremos ir a esos Juegos para luchar por esa medalla. Hay veces que decimos ‘no puedo más’ pero acabas superándolo”, explica Alejandra, futura doctora (estudia Medicina) que ya sabe lo que le espera tras Río: “Varias tendremos que pasar por el quirófano. Yo, por ejemplo, me tengo que ‘arreglar’ la cadera, pero ahora sólo pensamos en una cosa…”. Este fin de semana, en seguir ganando crédito en Guadalajara. En agosto, en subir al podio en Río.