Pata Bendita Castro pudo haber sido el primer chileno en la NFL
Tuvo tres acercamientos con el futbol americano, con Dallas cuando aún estaba en activo; con los Rams y los Redskins cuando ya se había retirado. ¡Conoce las historias!
El delantero chileno Osvaldo Castro era conocido por su potente disparo desde larga y corta distancia, no por nada fue apodado el 'Pata Bendita' desde pequeño. Y su paso por el fútbol mexicano lo acercó, sin querer, a la NFL. Y fue en tres ocasiones que tuvo la oportunidad
de convertirse en jugador de fútbol americano, primero con los Cowboys -cuando aún era jugador profesional- y luego con los Rams ya en su retiro, pero no fueron los únicos ya que los Redskins también quisieron convencerlo.
En entrevista para AS, el 'Pata Bendita' cuenta la ocasión en que más cerca estuvo de ser jugador de la NFL. Según revela, el exjugador del América Eduardo Cremasco se le acercó antes de retirarse en Pumas y le preguntó si le interesaba probar en el fútbol americano ya que podía encontrarle la oportunidad.
"Le dije que sí, si hay contacto con todo gusto. Entonces cuando me había retirado me llevó al Tec de Monterrey para entrenar. Estaba horas trabajando, perfeccionando el golpeo y la distancia. Estuve como un mes y al mes siguiente me llamó una de las personas que buscaban jugadores para el fútbol americano y Eduardo me dijo que me habían contactado con los Rams de Los Ángeles. Ahí estuve como un mes entrenando con el pateador que jugaba y el entrenador de pateadores. Y le gustaba mucho porque de la yarda 10 de diez tiros metía diez; de la 20, metía diez; de la 30, metía diez; de la 40, metía diez; de la 45, metía ocho; de la 49, metía siete y de la 50, metía cuatro por lo que el promedio era muy fuerte".
¿El motivo por el que no se quedó? "Ellos querían que me quedara en la universidad, no en el primer equipo, y yo aquí (en México) había preparado mi escuela (de fútbol) no podía dejar mal a toda la gente. Ellos (los Rams) querían que me quedara trabajando cuatro meses antes de jugar en en el primer equipo, pero era mucho tiempo y yo no quería abandonar la escuela".
Pero esa no sería la única tentación que tuvo, revela Castro. "Llegué acá y me llamaron los Pieles Rojas de Washington. Llegó un telegrama porque siempre andan viendo a los pateadores y me vieron allá y querían que me fuera a Washington, pero no, ya vengo de regreso aquí".
Aunque antes tuvo otra oportunidad, de los Cowboys, cuando recién acababa llegar al Club América en México y prefirió seguir siendo futbolista, así que decidió recomendar a un joven que siempre vio con talento de golpeo: un tal Rafael Septién, que a la postre sería un histórico pateador de los Dallas Cowboys. "En América no me iban a dejar, estaba muy joven, acababa de llegar al club y estaba siendo goleador, entonces no me iban a dejar. Ahí recomendé a Septién y él terminó siendo el pateador de los Dallas".