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EL ARTE DE NO SUPONER

Dave Roberts da valiosa y oportuna lección a Puig

El manager de Dodgers le mandó a la banca por no dar su máximo esfuerzo en una acción en la que pudo haber logrado más que sólo un hit.

Las aventuras de Yasiel Puig en el diamante terminaron situándole en el banquillo de los Dodgers.
DENIS POROYAFP

Dave Roberts no se anda con tonterías. Si no das tu máximo esfuerzo, el manager de los Dodgers lo notará y te lo hará saber inmediatamente.

El cubano Yasiel Puig es el primero que aprendió la lección por lo que puede considerarse una tontería.

En la sexta entrada del juego del martes pasado entre Dodgers y Cincinnati, Puig fue a la caja de bateo con un out en la pizarra y corredores en primera y tercera base y mandó la pelota a volar hasta lo más profundo del jardín derechio de Dodger Stadium.

Al conectar el batazo, el cubano se tomó unos instantes para ver el vuelo de la pelota, que no llegó a las gradas sino que rebotó contra la barda hacia el jardín, por lo que debió ser un doble seguro se convirtió sólo en un largo hit sencillo para Puig, quien se quedó en primera base.

Roberts tomó nota y no le importó que más tarde Puig anotara en una cerrada barrida en home. El pelotero cubano ya no salió al campo para la séptima entrada por orden de su manager.

“Creí que había pegado un jonrón y no corrí como debía. La decisión (de Roberts) fue la correcta, porque todos mis compañeros trabajan al máximo”, dijo Puig tras el duelo del martes.

Pese a la disculpa del cubano, ahí no quedó la cosa, pues Puig no fue parte del lineup inicial de los Dodgers para el duelo de la noche del miércoles ante Cincinnati.

La medida tomada por Roberts, quien está en su primera temporada como piloto de los Dodgers, podría ser exagerada para algunos, pero quizá era momento de tomar cartas en el asunto, pues Puig ya había dado señales el pasado domingo, cuando estaba en segunda base, decidió no ir a la antesala en un toque de pelota que estuvo bien ejecutado para tal efecto.

Eso sucedió en la novena entrada de un duelo ante Padres que se fue a 17 innings. De haber corrido a tercera base, Puig quizá le hubiera dado el triunfo a Los Ángeles sin necesidad de jugar siete capítulos más.

El castigo por no correr inmediatamente tras su batazo es un registro que afecta a Puig en una campaña en la que su promedio de bateo es de .247 con cinco jonrones y 19 carreras producidas.

Desde que bateó para .319 con 19 cuadrangulares y 42 producidas en 2013, su primer año en las Mayores, el rendimiento de Puig con el bat ha descendido. En 2014 promedió .296 con 16 jonrones, un año más tarde fue de .255 con 11 palos de vuelta entera.