Los Bravos y la guía de cómo NO anunciar despidos
El pasado lunes por la noche, el manager cubano Fredi González se enteró que ya no era manager de Atlanta antes de que la directiva se lo comunicara.
Fredi González sabía que sólo era cuestión de tiempo para dejar de ser el manager de Atlanta, pero nunca pensó que se enteraría de su despido de esta forma.
La desesperación combinada con la molestia por un inicio de temporada con sólo nueve triunfos a cambio de 28 derrotas provocaron que la directiva de los Bravos no aguantara más.
Sin embargo, los Bravos entorpecieron el proceso y sin haber siquiera informado a González de su eventual despido, hicieron los arreglos para comprarle al manager, que se encontraba el pasado lunes con el equipo en Pittsburgh, su boleto de avión de regreso a Atlanta para el martes.
Lo que no tomaron en cuenta los encargados de comprar el boleto es que la aerolínea, como se acostumbra en estos procesos, envió una notificación vía correo electrónico a González con el itinerario y fue así como el piloto, o en ese momento ya ex manager de los Bravos, se enteró de su despido.
Resulta extraño, por no decir que increíble, que en una época en la que es prácticamente imposible no comunicarse con otra persona, el gerente general de los Bravos, John Coppolella, o el director deportivo, John Hart, no hubieran llamado a González para informarle de su separación antes de iniciar los arreglos para su viaje.
Incluso, Coppolella estaba con el equipo en Pittsburgh.
Con los años, esta situación se convertirá en una anécdota, pero también debe servir de lección para evitar saltarse pasos en un proceso de por sí complicado por tratarse de la estabilidad laboral de un ser humano.
En cinco temporadas y fracción, González, quien era el único manager de origen latino en las Mayores en 2016, compiló marca de 434-414 con dos viajes a Playoffs en 2012 y 2013.