Mariano Haro ya tiene biografía, escrita por Alberto Calleja

El legendario atleta palentino Mariano Haro ya tiene biografía autorizada. La ha editado la Diputación de Palencia y ha sido escrita por el corresponsal de As en Palencia Alberto Calleja. El acto de presentación en el palacio provincial ha sido presidido por el ministro de cultura y deportes en funciones Iñigo Méndez de Vigo.

Su título es Mariano Haro, el Pionero Y podrá adquirirse al precio de 12 € en diferentes librerías y también mediante el correo deportes@diputaciondepalencia.es

El libro relata "la asombrosa historia de alguien que se entrenó sin saberlo corriendo para cazar perdices y acabó convertido en el deportista español más importante de su época". En ella el protagonista cuenta cómo "desde bien pequeño tuve que espabilar para ayudar en casa" en aquella España de los años de la posguerra, una España de escasez donde en la casa de Mariano Haro "no sobraba nada", hasta su retirada del atletismo en 1980.

Mariano Haro, que también fue alcalde de Becerril de Campos y diputado provincial, hizo sus pinitos como empresario, creando una fábrica de ropa deportiva en 1978, que tuvo gran aceptación y a la que se dedicó de lleno desde su retirada del atletismo hasta el momento de su jubilación en el año 2002.

Estamos, pues, ante un hombre polifacético que a lo largo de su vida atravesó diversas etapas personales y profesionales, pero sin duda han sido sus éxitos deportivos los que le han hecho conocido y admirado, no sólo en nuestro país, sino a nivel internacional y, prueba de ello, son los numerosos reconocimientos que se recogen en las páginas finales de la publicación. Reconocimientos de deportistas, no sólo del campo del atletismo, sino de deportes tan distintos como el ciclismo o el motociclismo. Así, en el apéndice, le dedican cariñosas palabras deportistas destacados como Miguel Induráin, Ángel Nieto, José Luís González, José Manuel Abascal, Abel Antón, Antonio Prieto o Martín Fiz, por nombrar algunos.

Mariano no esconde nada en este libro que incluye un capítulo dedicado al doping en el que expresa su decidida posición en contra de que el deportista que ha sido “pillado” pueda volver a competir. Y también la rabia que sintió cuando supo que Lasse Viren, el ganador de la famosa final de Munich 72 en la que Haro quedó cuarto, había realizado auto transfusiones de sangre, práctica que entonces no estaba prohibida pero que le confirió una evidente ventaja.