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MEJOR PITCHER

Jake Arrieta inicia el asalto al Olimpo de Clayton Kershaw

El segundo no-hitter conseguido por el lanzador de los Cubs puede obligarnos a replantear quién es el mejor pitcher de la actualidad.

Jake Arrieta celebra junto a su catcher David Ross la consecución de su segundo no-hitter en su carrera.
Jamie SabauAFP

Hace escasamente cuatro días, escribía que Jake Arrieta parecía decidido a hacernos quedar mal, debido a su fulgurante inicio de temporada, con una impresionante racha que data ya del año pasado y que le ha convertido en un visionado obligado en cada salida que efectúa el pitcher de Chicago Cubs. Más allá del sentido común, que siempre te dice que hazañas como las realizadas por Arrieta difícilmente tienen continuación y que, más tarde o más temprano, todo se acabará.

Qué equivocado estaba…

El pitcher diestro de los Chicago Cubs dio su enésimo clinic sobre un montículo de las Grandes Ligas, completando su segundo no-hitter en su carrera deportiva y el decimoquinto de toda la historia de los de la ciudad del viento, en la aplastante victoria ante los Cincinnati Reds por 16-0.

Sin embargo, es habitual que toda proeza como la de Arrieta venga acompañada de la clásica gran jugada defensiva que salva la racha y permite al pitcher continuar su camino hacia la inmortalidad. En esta ocasión, la incertidumbre no vino por una meritoria acción de un compañero o por una bola que se marcha foul por poco cuando habría podido ser un home run. No, en este partido fue el árbitro de home, Dana DeMuth, que dio de forma incomprensible una bola a Eugenio Suárez, un balón de oxígeno que no fue capaz de aprovechar. ¡Menos mal que DeMuth no le hizo un Jim Joyce al bueno de Jake!

Sinceramente, lo de Jake Arrieta ya empieza a dejarnos sin palabras.

No obstante, esta actuación del jugador de los Cubs quizás no fue tan dominante como su no-hitter el pasado 30 de agosto contra los Dodgers en Los Ángeles, en casa Kershaw-Greinke, cuando logró 12 strikeouts. En este partido, Arrieta concedió cuatro bases por bolas y seis rivales fueron eliminados por strikes. El mantra de lanzar para buscar el contacto fue la máxima a la hora de completar el partido.

Los números y las estadísticas son básicos en este deporte pero, para ilustrar lo que está haciendo Arrieta, aquí tenemos algunos datos

* Ha lanzado 24 partidos consecutivos que son denominados como “Quality Starts”, traducido como actuaciones de calidad, en la que un pitcher titular tiene que completar un mínimo de seis entradas y conceder menos de tres carreras.

* En esos encuentros, su récord es de 20-1, con una efectividad de 0.84 (no es un error mío, sino que se trata de su ERA en realidad), 173 strikeouts y 33 bases por bolas.

* La única manera de derrotarle, es que el rival lance su propio no-hitter como ocurrió en el último partido de Cole Hamels con los Phillies el 25 de julio. Para el estándar de Arrieta, fue una actuación mediocre pero… es que cualquier cosa que no sea permitir una carrera en siete entradas lo parece.

* Si acotamos la trayectoria de Arrieta, vemos que tiene una marca de 15-0 con una ERA de 0.65 en sus últimas 17 salidas. Sólo ha concedido 61 hits en 125 entradas y un tercio. La media de los rivales es de .143. A lo largo de esos encuentros, Jake Arrieta ha convertido a los mejores bateadores del mundo en un pitcher flojo… bateando.

* Arrieta es el cuarto vigente ganador del Cy Young en lanzar un no-hitter tras Sandy Koufax (Dodgers ´64), Bob Gibson (Cardinals ´71) y Clayton Kershaw (Dodgers ´14).

* Este último dato me encanta. Arrieta ha permitido cinco carreras limpias, sin que medien errores, en sus últimas trece salidas como titular en temporada regular. Pitchers como David Price, Max Scherzer o Dallas Keuchel, que no son pitchers del montón sino que pertenecen a la élite y han ganado Cy Young no hace mucho, permitieron al menos cinco carreras en sus partidos del jueves. No entre todos sino CADA UNO. David Price concedió ocho carreras mientras que Jake Arrieta sólo ha dejado siete en sus últimas 119 entradas y un tercio. Haceos a la idea.

Lo que sí queda claro tras esta última actuación es que el honor, el privilegio, la condición de Clayton Kershaw como el mejor pitcher del planeta Tierra, puede empezar a estar en entredicho debido a la trayectoria realizada por Jake Arrieta.

Y no, Noah Syndergaard, con su look ‘cool’, sus lanzamientos de elevado octanaje y su figura titánica todavía no pertenece a esta conversación. Tiene que tener un éxito prolongado a lo largo del tiempo para que empecemos a hablar de él a este nivel, pero a lo mejor nos lo tendríamos que replantear dentro de unos meses.

No es descabellado decir que elegir entre uno u otro es como elegir entre papá o mamá. Cualquiera de las dos opciones son maravillosas. Y a pesar de la impresionante racha de Arrieta, servidor sigue pensando en Kershaw. El motivo es muy sencillo. La trayectoria de Kershaw es impecable y su efectividad entre 2011-2015 es de 2.11, en 1128 entradas. No son 15 o 24 partidos sino 159. Hasta la fecha en 2016, su efectividad es de 1.50.

En resumen, sigo apostando por Kershaw por su excelencia, que rivaliza con casi cualquiera a lo largo de la historia de este bello deporte, y también por su juventud ya que tiene dos años menos aunque es verdad que está mucho más castigado.

Lo cierto es que Jake Arrieta está logrando que nos tengamos que replantear muchas cosas, e incluso la condición de Kershaw como pitcher número uno de este deporte. A lo mejor en unos meses tenemos que darlo por cierto.

¿Qué pensáis? ¿Os decantáis por el éxito sostenido de Kershaw o bien por las proezas titánicas de Arrieta?