En K1 profesional, límite de 80 kilos, el andaluz Rubén Lee sorprendió al bilbaíno de origen marroquí Hamid Sariri en el segundo asalto de un combate que estaba resultando igualado. Lee aplicó una combinación de pies y manos y derribó a un Sariri que se incorporó en el filo del fin de la cuenta, tras lo que el árbitro paró la pelea con objeciones por parte del rincón del Sariri. En K1 neoprofesional, el zurdo bilbaíno Mikel Sortino (JB Kombat School) fue superado a los puntos por el vitoriano Álex García en un pleito muy técnico.
Nacho Mendoza (32 años, ahora 41-12-2 , 25 k.o.) mostró su poder en el peso ligero desarbolando a Avetisian en cuatro asaltos. E boxeador profesional colombiano afincado desde hace más de una década en la capital alavesa cazó al georgiano en el abdomen en el segundo asalto. Avetisian, que salió al ring tirando manos y contragolpeando con peligro, recurrió a la experiencia. Sobrevivió al tercer round agarrándose y trabando Mendoza, lo que le costó un punto, pero no pudo pasar del cuarto episodio. En los tres asaltos precedentes ya había recibido dos cuantas y, cuando precisa la tercera, el árbitro paró el combate entre los aplausos del respetable y con el georgiano muy dañado. Decisión justa. Nacho estuvo rápido, dinámico y potente. De este modo se reivindicó y puso sobre el ring sus opciones en el peso ligero. Mendoza ha sido campeón de España del superligero en 2015 y con anterioridad campeón Intercontinental de la IBF, Transcontinental de la TBWA y Fede Latin de la WBA entre otros.