Boston: una amputada tras los atentados correrá este lunes
Adrianne Haslet-Davis perdió parte de su pierna izquierda (era bailarina) y tiene una prótesis, pero participará en la maratón para terminarla.
Adrianne Haslet-Davis aplaudía a los corredores que el lunes 15 de abril de 2013 entraban en la meta de la Maratón de Boston cuando escuchó una potente explosión. Se quedó desconcertada y los gritos de las víctimas taladraban sus oídos. Veía a la gente correr, intentando escapar, o tirada en suelo, ensangrentada. No mucho después escuchó otro estallido, este mucho más cercano y potente y sintió dolor lacerante.
La segunda bomba de los hermanos Tamerlán y Szhojar Tsarnáez la pilló de lleno. Perdió la parte inferior de su pierna izquierda, fue operada múltiples veces y desde aquel día prolonga esa pierna con una prótesis de última generación. Era bailarina, de forma que su carrera profesional se acabó.
En el atentado fallecieron tres personas: Martin Richard, de catorce años, cuya madre y hermana resultaron heridas; Krystle M. Campbell, de 29, gerente de un restaurante, y Lu Lingzi, de 23, de origen chino, estudiante en la Universidad de Boston. Oficialmente hubo 270 heridos, de los que catorce fueron amputados.
Una de ellas fue Adrianne, no se rindió y quince meses después volvió a danzar tímidamente, en un escenario, entre el cariño popular. En 2014 acompañó a sus hermanos en la parte final de la carrera y en 2015 recibió a los atletas bailando en la línea de meta.
Y este lunes quiere tomar la salida en la Maratón de Boston, pero no sólo… quiere terminar la carrera, arropada por sus familiares y amigos. Pertenece a la Fundación Limbs for Life, que dedica sus esfuerzos a proteger a aquellos que necesitan protésis y no pueden pagarlas.
Los atentados de aquel 15 de abril de 2013 la han convertido de espectadora en corredora. ¡Qué gran paradoja! “Soy una superviviente, pero no una víctima”, dice esta mujer inquebrantable.