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TEMPORADA REGULAR

Primera semana y llega el momento de sobrerreaccionar

Apenas se han disputado media docena de partidos con historias para el recuerdo, pero hay que ver qué puede ser verdad o no de todo lo ocurrido.

Ángel Pagán ha sido una de las sorpresas agradables en el fantástico inicio de los San Francisco Giants.
Kenny KarstUSA Today Sports

Como ya hemos dicho en más de una ocasión, hay un dicho, un proverbio que describe el béisbol a la perfección. “El béisbol no es un sprint sino una maratón”. La carrera de fondo alude a la duración de la campaña regular y, como es lógico, hacer una valoración global sobre lo que ha ocurrido en los cinco, seis o siete primeros encuentros de la temporada es algo prematuro. Y más cuando el total de partidos por jugar es ni más ni menos que 162.

De eso hablaba hoy con Pepe Rodríguez en Diario de As América, que no hay que excederse a la hora de sacar conclusiones… pero, ¿quiénes somos nosotros para hundir la alegría de aquellos cuyos equipos o jugadores preferidos están brillando con luz cegadora?

Por ese motivo, he decidido llamar la atención sobre distintas historias que están cautivando el imaginario colectivo, para ver si lo visto en los primeros compases pueden tener recorrido o puede que no sea el caso.

Trevor Story va a seguir bateando como si fuera Babe Ruth, Willie Mays y Hank Aaron todo en uno.

FALSO DE TODA FALSEDAD. Que quede claro. Trevor Story es como se viene diciendo (y vale el chiste fácil) la historia de la primera semana de la MLB y un buen bateador. Ahora mismo, es la clase de jugador que está encendido y que enchufa absolutamente cualquier lanzamiento que le envían (punto positivo). Tienes que estar así para convertirte en el primero en lograr siete home runs en los seis primeros partidos de tu equipo. Tan caliente se encuentra Story que no sólo ha conseguido más home runs (7) que el resto de shortstops de la Liga Nacional (6). Y lo exagerado es cuando Story lleva más home runs que dieciséis equipos de las Grandes Ligas. Ahí queda eso.

Sin embargo, su swing tiene agujeros (8 strikeouts en 28 apariciones en el plate) y la liga tiene que ajustarse a él (y él a la liga cuando le llegue el momento, que le llegará). Su historial en Ligas Menores así lo atestiguan sus 141 strikeouts en 130 partidos durante el 2015. Que nadie se equivoque, Trevor Story es el tipo de persona que se encuentra tocado por los dioses del béisbol, que tiene unas grandes cualidades para la práctica del mismo, pero no va a terminar 2016 con 189 home runs. Pero que ‘le quiten lo bailao’.

San Francisco Giants van a tener el mejor ataque de toda la Liga Nacional.

VERDAD DE LA BUENA. Los californianos saben muy bien qué piezas deben tocar para competir siempre que estamos en año par y 2016 lo es. Bromas aparte, la combinación de potencia que han mostrado en las primeras series (14 home runs, segundos en las Grandes Ligas) y capacidad de hacer contacto (36 strikeouts, sexta mejor marca global) es una combinación explosiva. De hecho, se han buscado muchos paralelismos con los Royals, pero no tienen la misma capacidad atlética y hay varios jugadores que son veteranos. Sin embargo, Denard Span les da una perspectiva distinta en lo más alto del turno y Ángel Pagán parece muy cómodo como exterior izquierdo. ¿Volverá a surgir la magia en esta temporada?

Baltimore Orioles va a acabar la temporada con un perfecto récord de 162-0.

FALSO DE TODA FALSEDAD. En todos los supuestos, nos viene como anillo al dedo el proverbio con el que iniciaba este artículo, pero en pocos es más apropiado que en este. Los Orioles no van a acabar invictos durante todo el año. Eso no lo consiguen ni ellos ni los Yankees de 1927. Eso mismo se puede aplicar para que los Twins o Braves no vayan a acabar sin ganar un solo encuentro o eso espero por lo que me toca.

Sí que es cierto que el precedente para los Turpiales de Baltimore (que Mariano Tovar ya se ha encargado de corregirnos lo de oropéndolas aunque siempre será la traducción para todos los nostálgicos) es esperanzador. En 1970 ganaron las Series Mundiales, pero como ha dicho el maravilloso Manny Machado, los campeonatos no se ganan en abril. La clave de este fulgurante inicio, más allá de los explosivos bateadores, es 1.80. Es la ERA, la efectividad del grupo de lanzadores, tanto titulares como relevistas. Los que salen de inicio tienen una marca de 2.28, la segunda mejor de toda la MLB, y han concedido menos bases por bolas como unidad que Félix Hernández o Dallas Keuchel. Si bien los relevistas pertenecen a la élite, la mayor sorpresa viene por parte de los titulares y todos los seguidores del club saben que eso no es sostenible. No obstante, un fulgurante inicio como éste les puede colocar en el mapa y… ¡vaya usted a saber!

Chicago Cubs superará la grave lesión de Kyle Schwarber.

VERDAD DE LA BUENA. Lo primero que pensó más de un seguidor de los adorables perdedores es que ahí se acababa su temporada. Nadie va a negar que el momento ha sido duro porque Schwaber dio un empujón al turno de bateo con su rendimiento frente a los lanzadores diestros, la décima mejor marca en OPS (.953) y su leyenda aumentó con sus home runs en octubre. También es cierto sólo bateó un paupérrimo .143 contra los zurdos, que tras su fulgurante inicio, sus números se normalizaron y que es difícil verle como un defensor por encima de la media en cualquier puesto, ya sea como catcher o como exterior izquierdo. Con la polivalencia de Zobrist y Javier Baez más el potencial de Jorge Soler, todo será más sencillo. Que el soberbio Joe Maddon esté gestionando la situación tampoco viene mal. Si hay un equipo capaz de sobreponerse a una lesión tan importa, son los Cubs.