NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

Preolímpico

37-23 España se entretiene ante Irán de un día de autoestima

Los 14 goles de diferencia, sin embargo, no parecen suficientes para jugar a las posibilidades ante el choque definitivo mañana ante Suecia

La defensa Iraní emparedó una y otra vez a Rafa Baena, que intenta sacar partido a su ataque.
EMIL LANGVADEFE

El día después de la dolorosa derrota ante Eslovenia la Selección tenía varias asignaturas que aprobar ante Irán, la Cenincienta del grupo, y ante el choque definitivo de mañana ante Suecia (16:30, Teledeporte). Lo primero, reponerse del golpe; luego, un chute de moral porque pase lo que pase en el Eslovenia-Suecia la clasificación sigue en las manos de los Hispanos, que dependen de si mismos para estar en los Juegos; y por último, y para jugar a la especulación, ganar por más de 17 goles por si una derrota sueca posterior, podría incluso valer el empate mañana.

Se ganó, se pudo tomar aire y olvidar el partido el miércoles, pero el triunfo fue más bien corto, porque fue una de esas tardes en las que se perdieron siete y ocho goles que nunca se fallan y que acabaron en el poste, o en pelotazos al portero. ¡Una lástima!

Como no hay enemigo pequeño, y como en esto del deporte la cabeza importa casi tanto como las piernas, en el minuto 16 aún se discutía quien mandaba: 8-8; los goles de España eran cosa del extremo izquierdo Ugalde, y luego de Sarmiento.

La defensa en 6-0 no era lo que España necesitaba ante Irán, así que el 5-1 que ordenó Cadenas trastocó el ataque rival. Del 8-8, con relevo en la portería porque Corrales sólo había tocado tres balones, se acabó en 18-12. Un buen porcentaje para 14 minutos de superioridad.

En la segunda parte España corrió para marcar en 12 contragolpes, pero no se completó una goleada amplia suficiente con ese parcial de 19-11 porque en los 10 minutos sólo se logró un gol de renta, del 30-17 al 37-23.

No jugó Aginagalde (sólo seis segundos), pero dio igual: no es que los árbitros tengan entre ceja y ceja al vasco, sino que se olvidan de proteger al pivote. En este encuentro Rafa Baena sufrió constantemente a la defensa iraní, que no hizo otra cosa que beneficiarse de que los brasileños se olvidaron de aplicar el reglamento. Cosas de las modas en el balonmano.