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GIMNASIA

Roxana Popa: "No soy una niña caprichosa que 'renuncia'"

La gimnasta explicó en una carta que no podrá acudir a los Juegos Olímpicos de Río a causa de una lesión. "Esta decisión me rompe el alma", comentó.

La gimnasta Roxana Popa posa con el doctor Manuel Leyes antes de someterse a una artroscopia en su rodilla este jueves en la Clínica Cemtro para tratar su lesión.
Twitter @RDPopaPodium

Roxana Popa ha explicado a través de una carta en su perfil de Facebook las razones por las que no ha podido participar en el Preolímpico y que le impedirá estar presente en los próximos Juegos Olímpicos de Río. Popa cuenta que han sido unos años muy duros para ella después de la grave lesión que sufrió hace más de un año, pero que especialmente, estos últimos meses han sido muy delicados para ella a causa de los problemas en la rodilla que la han mermado física y mentalmente".

Popa contó en Facebook el relato de su calvario por las molestias físicas durante estos últimos meses. "El 22 de febrero me hice daño en la rodilla en carpa en suelo al tener un mal aterrizaje en colchoneta blanda. Se me quedó la rodilla bloqueada y no podía moverla". Los médicos tuvieron que anestesiar para bajar el dolor y al principio pensaron que era una lesión del menisco interno, pero la resonancia no mostró nada. "Dos semanas más tarde, me seguía doliendo y me volvió a ver el médico. Me dijo que aún seguía inflamada interiormente y que por eso podría ser el dolor".

Finalmente, para desgracia de Popa, el dolor por la lesión volvió a aparecer, pero se pospuso hacer una artroscopia para intentar llegar por todos los medios al preolímpico. "Por eso, me anestesiaron la rodilla una vez más y me realizaron unas infiltraciones de varios antiinflamatorios en la pared del menisco" con el objetivo de que "antes del preolimpico me volviesen a infiltrar para soportar el dolor y poder competir, ya que esas infiltraciones debían quitarme el dolor por completo".

El tratamiento pareció ir bien y Popa llegó a no tener dolor, pero la semana pasada veía como la rodilla se quedaba bloqueada otra vez. "Tuvimos el último control selectivo, en el que yo solo iba a hacer paralelas y barra tranquilamente. Al llegar a la barra todo fue bien, hasta que sin una mala caída ni nada que lo provocara, la rodilla me falló una vez más y se me volvió a quedar bloqueada. Volvimos al hospital ese mediodía, donde me realizaron una radiografía para descartar que se pudiesen haber producido astillamientos en los huesos por el impacto, y se descartó, el anclaje del ligamento también estaba bien".

Finalmente, Popa se ha puesto en manos del doctor Manuel Leyes para someterse este jueves a una artroscopia para arreglar la lesión en la madrileña Clínica Cemtro. "Se cree que se quedó desde la operación de hace un año y tres meses, ya que al poco tiempo de empezar a entrenar después de esa intervención estuve teniendo problemas de que me quedaba enganchada en barra", y justifica que ese "el motivo por el que en la competición de Novara y el Mundial de Glasgow no compitiera en ese aparato".

Popa también criticó a la prensa por las últimas informaciones publicadas, incluso con cierta ironía. "Todo el mundo sabe que lo que les interesa es sacar una noticia, ya sea verdad o no, y sin importarles si hacen daño a la persona respectiva. Para mi ha sido una decepción absoluta leer dos artículos en especial del periódico, As y El País, ya que, para empezar, en uno de ellos tengo 29 años (mamá, a mi no me has contado esto)". Sin embargo, a Popa le molestó más la imagen que se pudo interpretar con esas informaciones. "La razón por la que más me ha decepcionado es por la imagen que me han hecho aparentar de indisciplinada, irrespetuosa frente al trabajo de mis entrenadoras, y una niña caprichosa que simplemente 'renuncia' porque a ella no le da la gana sin motivo aparente, y para mi es una vergüenza, sabiendo la responsabilidad que cargo, porque tengo niñas que me admiran y soy su modelo a seguir, y esa no es la imagen que tengo que darles".

Popa agradeció las muestras de apoyo recibidas y mostró su tristeza por no poder acudir a Río. "Esta decisión me rompe el alma, porque después de 14 años y de tener unos Juegos Olímpicos en la palma de la mano, ha sido empezar a ver cómo se me escurrían entre los dedos, sin poder hacer nada más que quedarme sentada mirando. Y a la prensa, ya tenéis un artículo DECENTE que publicar".

Por último, dejó un mensaje a las gimnastas que se miran en ella para alcanzar sus sueños. "Pequeñas y no tan pequeñas gimnastas, no cometáis el mismo error que yo, que fue dejar de disfrutar de la gimnasia. Por muy difícil que se pongan las cosas, forzaos a sonreír y a disfrutar. Convertid un día pésimo en un día menos malo. Si hoy no sale, que os dé rabia, pero sonreíd. Que ya saldrá mañana".