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PREVIAS MLB 2016: CINCINNATI REDS

Su esencia: La Ohio Cup contra los Cleveland Indians

Los duelos entre Cincinnati y Cleveland, que no se instauraron hasta finales del siglo XX, y de forma amistosa al principio, tienen su propio trofeo.

Great American Ballpark.
Andy LyonsGetty Images

Los Reds y sus vecinos de Ohio, los Cleveland Indians, nunca jugaban entre ellos porque la AL y la NL no se cruzaban hasta las World Series, así que se inventaron un partido de pretemporada, justo antes de comenzar la competición oficial, para disputarse la ‘Ohio Cup’, que tiene trofeo y todo. Se jugaron seis partidos comenzando en el año 1989, todos ellos con gran aceptación popular y el lleno en las gradas, hasta que en 1997 se crearon los partidos interligas. Desde entonces ambas franquicias juegan dos series de tres partidos, una en cada uno de los campos, y el que más partidos gana se queda, cada año, con la Ohio Cup. Es una tradición especial que, en este caso, no ha llevado a una rivalidad enfermiza.

Propietario: Bob Castellini ****

Castellini es un empresario de Cincinnati que, además, es un enfermo del béisbol. Ya estuvo involucrado con los Reds en los años 80, con una pequeña participación en la propiedad, pero también invirtió en los Orioles, Cardinals o Rangers. En el 2006, cuando los Reds se pusieron en venta, lideró un grupo que se hizo con el control total.

Manager general: Walt Jocketty ***

Walt Jockey ascendió el año pasado a la cima de las oficinas ejecutivas de los Cincinnati Reds, convirtiéndose en el presidente de operaciones beisbolísticas. Llevaba en la franquicia desde el año 2010, cuando entró como consejero tras su trabajo, también en las oficinas, de los Oakland Athletics, los Colorado Rockies y los Saint Louis Cardinals. Lleva desde los años 80 metido en este negocio y las ha visto de todos los colores, por eso ahora no le ha temblado el pulso a la hora de iniciar una reconstrucción total y profunda de los Reds, algo que definirá su legado en Cincinnati.

Entrenador: Bryan Price **

Price es un tipo de carácter. Lleva en los Reds desde el año 2010, aunque es entrenador jefe sólo desde el año 2014. La anécdota que más justicia le hace sucedió el año pasado cuando un periodista de los que sigue al equipo todo el año publicó que Devin Mesoraco, el pitcher del equipo, no estaba disponible y no iba a jugar esa noche; la información no era de dominio público y eso le sentó como una patada en salvas sean las partes a Price, que la emprendió en rueda de prensa contra el reportero acusándole de ir contra el equipo y de, con su trabajo, beneficiar a los rivales de los Reds. En ese monólogo, Bryan Price llegó a usar la palabra ‘fuck’ en 77 ocasiones.

Su gran estrella: Joey Votto

Joey Votto se ha quedado sólo en los Reds. El equipo se ha ido deshaciendo y sólo él se mantiene de mejores épocas. Es un All Star perenne, candidato siempre a rondar los 30 home runs por año y un OPS estratosférico que ronde, o supere, el 1.000. Figura absoluta.

Estrella ofensiva: Jay Bruce

Jay Bruce es, a pesar de sus 29 años, otro de los viejos rockeros de los Cincinnati Reds. Junto a Joey Votto es el que mantiene viva la llama de cuando el equipo aún era relevante. No es que sea ni el mejor defensor, ni el mejor jugador en el sentido completo de todas las artes de este deporte, pero es un pegador soberbio. Lleva más de 200 home runs con la camiseta de los Reds, conseguidos desde su debut en el año 2008, así como también acumula más de 1000 hits a lo largo de su carrera. Además es duro como una piedra, pues nunca ha jugado menos de 100 partidos por temporada. Sus mayores problemas están en los porcentajes de bateo, que le impiden ser élite, pero ha de ser una referencia dentro de estos nuevos Reds.

Pitcher estrella: Anthony DeScalfani

No dice mucho de la rotación de pitchers de los Cincinnati Reds que Anthony DeScalfani sea su principal brazo. Comenzó su periplo en la MLB siendo drafteado por los Toronto Blue Jays, con los que no llegó a debutar. Fue parte de aquel mastodóntico traspaso entre los canadienses y los Miami Marlins quienes, en el 2014, le pusieron por primera vez de titular en un partido de las Grandes Ligas. No triunfó e, incluso, estuvo sancionado varios partidos por golpear con la pelota, a propósito, a un bateador. De nuevo fue traspasado, esta vez a los Reds por Matt Latos, y ya en Cincinnati se convirtió en titular real de una rotación de pitchers. Su ERA el curso pasado fue de 4.05; mucho tendrá que bajarlo si quiere ser un digno número uno.

Great American Ballpark: Joya arquitectónica junto al río Ohio

Un estadio con mezcla de moderno y retro muy parecido al de los Nationals, de hecho prácticamente cambias los asientos de rojo a azul y es el capitalino. Eso sí, es una de las joyas arquitectónicas de la ciudad, al lado del río Ohio, el cual se puede ver desde el campo, pero no está lo suficientemente cerca para que llegue la pelota de un bate poderoso. Además, la división de la grada de arriba en dos secciones permite ver el downtown de Cincinnati desde el outfield. Posee unas dimensiones pequeñas, por lo que es un paraíso para los home runs.

Paraíso para los home runs

Los Reds disponen de un estadio que, no sólo es un templo para los home runs, sino que presenta el mejor factor para conseguirlos para los diestros y el quinto mejor para los zurdos. Los home runs son protagonistas en los partidos en Cincinnati.

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